16/10/2019, 00:41
El escualo postró sus ojos en aquél tatuaje, que para cultura general; tenía un significado bastante particular entre aquellos que habían superado obstáculos muy difíciles en sus vidas. Pero no sólo era una evidencia de superación, sino también de aquellos que vencían a la muerte, queriéndolo, o no.
—Y hete aquí, de nuevo al borde de un precipicio. Un precipicio muy oscuro —y no se refería al acantilado, sino al guerrero de ébano a quien iba a enfrentar Zaide en el Kaji Saiban—. pero es lo que querías, ¿no? la chance de cargarte a Ryū. Y qué oportunidad más propicia ésta, Zaide, pues si ganas, los otros siete no podrán tocarte el pelo, porque así lo dictan las normas —lo cual, pensándolo bien, era muy irónico. Kaido sonrió incrédulo ante su propia perspectiva de cuán distinto habían acabado las cosas desde que se planteó en la mesa de Dragón Rojo el asesinar a Zaide. La conclusión de esa historia era, desde luego, muy distinta a cómo habían imaginado todos. Aunque no para Zaide, suponía él, que de todas formas iba a enfrentar a quien cree él que es la verdadera y única cabeza de la organización—. ¿te ves con probabilidades de vencer? —preguntó, incrédulo.
—Y hete aquí, de nuevo al borde de un precipicio. Un precipicio muy oscuro —y no se refería al acantilado, sino al guerrero de ébano a quien iba a enfrentar Zaide en el Kaji Saiban—. pero es lo que querías, ¿no? la chance de cargarte a Ryū. Y qué oportunidad más propicia ésta, Zaide, pues si ganas, los otros siete no podrán tocarte el pelo, porque así lo dictan las normas —lo cual, pensándolo bien, era muy irónico. Kaido sonrió incrédulo ante su propia perspectiva de cuán distinto habían acabado las cosas desde que se planteó en la mesa de Dragón Rojo el asesinar a Zaide. La conclusión de esa historia era, desde luego, muy distinta a cómo habían imaginado todos. Aunque no para Zaide, suponía él, que de todas formas iba a enfrentar a quien cree él que es la verdadera y única cabeza de la organización—. ¿te ves con probabilidades de vencer? —preguntó, incrédulo.