16/10/2019, 17:54
—Otohime —dijo el exjōnin, encogiéndose nuevamente de hombros—. No me di cuenta hasta que Money sacó ese libro más viejo que la humedad. No soy un experto en teología, pero, ¿no era Otohime la hija de Ryujin, el Dios Dragón de los mares?
So pena de que su memoria le estuviera jugando una mala pasada, Akame recordaba haberlo leído en algunos tratados de teología antigua, mientras buscaba información sobre el conocido panteón divino formado por Susano'o, Tsukiyomi y Amaterasu; en un momento de su vida en el que tenía suficientes pocas preocupaciones como para poder alimentar el fervor supremacista que corría por sus venas. Ahora todo aquello parecía lejano, una cruel broma de los dioses.
El joven dio otro bocado a su espeto, rematándolo y arrojando el palillo de madera al suelo. Luego se colocó el cigarrillo en los labios, aún sin prenderlo.
—"Princesa del Sonido". Supongo que te pega. Aunque yo te llamaría más bien... "Fuuinhime" —agregó, y su mirada se afiló de repente—. ¿Cómo lo supiste?
So pena de que su memoria le estuviera jugando una mala pasada, Akame recordaba haberlo leído en algunos tratados de teología antigua, mientras buscaba información sobre el conocido panteón divino formado por Susano'o, Tsukiyomi y Amaterasu; en un momento de su vida en el que tenía suficientes pocas preocupaciones como para poder alimentar el fervor supremacista que corría por sus venas. Ahora todo aquello parecía lejano, una cruel broma de los dioses.
El joven dio otro bocado a su espeto, rematándolo y arrojando el palillo de madera al suelo. Luego se colocó el cigarrillo en los labios, aún sin prenderlo.
—"Princesa del Sonido". Supongo que te pega. Aunque yo te llamaría más bien... "Fuuinhime" —agregó, y su mirada se afiló de repente—. ¿Cómo lo supiste?