16/10/2019, 18:36
—¿A qué esperas, pues? —apuntilló Daruu, y Ayame sólo supo contestar con un leve encogimiento de hombros.
¿A qué esperaba? Ni ella misma lo sabía. ¿Era cobardía? ¿Era miedo de no ser capaz de afrontar el reto para el que se había estado preparando casi desde que vestía aquella bandana de metal? ¿O era miedo a lo que pasaría después? Porque... ¿qué había después de aquel reto autoimpuesto? ¿Y si se encontraba a sí misma frente a un abismo sin fin, perdida en el absoluto vacío?
—Por cierto, eso me recuerda que todavía no hemos entrenado juntos desde mucho antes de lo de Naia —canturreó Daruu de repente—. Ni he probado mi Byakugan en una situación de combate. Estoy deseando hacerlo. ¿Qué te parece si lo hacemos ahora?
—¿Ahora? —Ayame parpadeó varias veces, sorprendida. Normalmente nunca decía que no a un entrenamiento así, pero aquella mañana, precisamente aquella mañana, Daruu y ella le estaban haciendo el favor a Kiroe de cuidar su preciada pastelería.
Estaba a punto de responderle cuando alguien entró. ¿Acaso un potencial cliente? Ayame se giró en su silla, con curiosidad, mientras Daruu se levantaba para servir al recién llegado. Que era...
¿A qué esperaba? Ni ella misma lo sabía. ¿Era cobardía? ¿Era miedo de no ser capaz de afrontar el reto para el que se había estado preparando casi desde que vestía aquella bandana de metal? ¿O era miedo a lo que pasaría después? Porque... ¿qué había después de aquel reto autoimpuesto? ¿Y si se encontraba a sí misma frente a un abismo sin fin, perdida en el absoluto vacío?
—Por cierto, eso me recuerda que todavía no hemos entrenado juntos desde mucho antes de lo de Naia —canturreó Daruu de repente—. Ni he probado mi Byakugan en una situación de combate. Estoy deseando hacerlo. ¿Qué te parece si lo hacemos ahora?
—¿Ahora? —Ayame parpadeó varias veces, sorprendida. Normalmente nunca decía que no a un entrenamiento así, pero aquella mañana, precisamente aquella mañana, Daruu y ella le estaban haciendo el favor a Kiroe de cuidar su preciada pastelería.
Estaba a punto de responderle cuando alguien entró. ¿Acaso un potencial cliente? Ayame se giró en su silla, con curiosidad, mientras Daruu se levantaba para servir al recién llegado. Que era...