16/10/2019, 19:23
No replantearse las cosas. Aquella era una asignatura pendiente de Akame, quien se había pasado meses puesto hasta las cejas y durmiendo sobre sus calzones cagados por no poder reconciliarse con el pasado reciente. Pero sea como fuere, allí estaban: en mitad de nada, fumando y hablando. Como si fueran amigos de toda la vida y no dos delincuentes buscados.
—¿La Anciana? Esta sí que es buena —Akame dejó escapar un bufido cargado de socarronería—. Creo que empiezo a entender cómo funcionan las cosas aquí.
«"Que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda"», se dijo el Uchiha. «Libertad, libertad, libertad... ¡De mis cojones! A esa vieja se le llena la boca con esta palabra, pero luego nos intenta poner un collar y grilletes, justo como las Aldeas. Hijos de puta.» Porque claro, Akame había sido lo suficientemente docto como para evadir el lavado de coco del Bautizo, pero, ¿cuántos de sus compañeros habrían corrido una suerte muy distinta? ¿La propia Otohime?
—¿Comunicación telepática? Vaya, eso sí que me suena del todo imposible —apostilló Akame, con una risa burlona, recorando cómo su antiguo Hermano había logrado una proeza similar mientras era apenas un estudiante intermedio de las artes de sellado—. ¿Crees que algún día tendremos la dicha de presenciar semejante maravilla?
»En cuanto a mí, no gracias. Ya he tenido mi ración de Juuinjutsu para toda la vida.
De mala gana, el exjōnin apuró su cigarrillo.
—¿Y qué artes oscuras son esas? —quiso saber—. Aunque, aquí hay algo que se me escapa. Todos conocéis muy bien a Zaide, pero yo jamás había oído hablar de él. ¿De dónde ha salido ese tipejo?
«Por su entrenamiento está claro que se ha criado en una Villa Oculta. Antes habló de "volver a las montañas"... ¿Es de la Tierra, entonces? La Aldea más cercana es Amegakure, pero eso no significa nada. De lo que estoy seguro es de que no proviene del Remolino, porque entonces Hanabi le habría fichado de inmediato cuando sucedió lo del Cañón del Secuestrado...»
—¿La Anciana? Esta sí que es buena —Akame dejó escapar un bufido cargado de socarronería—. Creo que empiezo a entender cómo funcionan las cosas aquí.
«"Que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda"», se dijo el Uchiha. «Libertad, libertad, libertad... ¡De mis cojones! A esa vieja se le llena la boca con esta palabra, pero luego nos intenta poner un collar y grilletes, justo como las Aldeas. Hijos de puta.» Porque claro, Akame había sido lo suficientemente docto como para evadir el lavado de coco del Bautizo, pero, ¿cuántos de sus compañeros habrían corrido una suerte muy distinta? ¿La propia Otohime?
—¿Comunicación telepática? Vaya, eso sí que me suena del todo imposible —apostilló Akame, con una risa burlona, recorando cómo su antiguo Hermano había logrado una proeza similar mientras era apenas un estudiante intermedio de las artes de sellado—. ¿Crees que algún día tendremos la dicha de presenciar semejante maravilla?
»En cuanto a mí, no gracias. Ya he tenido mi ración de Juuinjutsu para toda la vida.
De mala gana, el exjōnin apuró su cigarrillo.
—¿Y qué artes oscuras son esas? —quiso saber—. Aunque, aquí hay algo que se me escapa. Todos conocéis muy bien a Zaide, pero yo jamás había oído hablar de él. ¿De dónde ha salido ese tipejo?
«Por su entrenamiento está claro que se ha criado en una Villa Oculta. Antes habló de "volver a las montañas"... ¿Es de la Tierra, entonces? La Aldea más cercana es Amegakure, pero eso no significa nada. De lo que estoy seguro es de que no proviene del Remolino, porque entonces Hanabi le habría fichado de inmediato cuando sucedió lo del Cañón del Secuestrado...»