17/10/2019, 18:52
—¡Viento Blanco, no! —exclamó Zaide, iracundo. No había tenido falta de leer su expresión corporal, ni de ver esas alas peligrosamente plegadas y el cuerpo levantado, para saber que estaba a punto de atacar. Lo había sabido desde el instante en que Akame osó insultar un águila.
Un error que muchos no cometían por segunda vez. No por nada, sino porque no tenían cabeza con el que cometerlo.
—¡Este despojo de humano osó insultarme!
—¡Me cago en mi puta raza! —estalló, con el Sharingan brillando como el fuego también en sus ojos—. ¡A mí sí que no me vais a tocar los cojones esta noche! ¡Si os queréis pavonear a ver quién es más gallito de los dos, elegís otro puto día!
—¡Exijo una satisfacción!
Zaide puso los ojos en blanco y se dio un manotazo en la frente. Respiró hondo. Una vez. Dos veces.
—Y la tendrás, fiel amigo. Yo mismo te invocaré para que estés en paz con el muchacho. Y si no le buscas tú mismo, que con esa cara difícil que no lo encuentres. Pero ahora cumple mi último deseo, ¿me oyes? Me lo debes.
El águila se debatió internamente por unos instantes. Su mirada, clavada en el Sharingan de Akame. Sin miedo. Sin temor. Había visto aquellos ojos innumerables veces y un águila no apartaba la mirada ante nada ni nadie.
—Cuenta tus días, despojo. Pronto descubrirás qué pasa cuando insultas a alguien de mi familia.
El águila desplegó las alas y arrancó a volar, levanto polvo y viento al despegar.
Un error que muchos no cometían por segunda vez. No por nada, sino porque no tenían cabeza con el que cometerlo.
—¡Este despojo de humano osó insultarme!
—¡Me cago en mi puta raza! —estalló, con el Sharingan brillando como el fuego también en sus ojos—. ¡A mí sí que no me vais a tocar los cojones esta noche! ¡Si os queréis pavonear a ver quién es más gallito de los dos, elegís otro puto día!
—¡Exijo una satisfacción!
Zaide puso los ojos en blanco y se dio un manotazo en la frente. Respiró hondo. Una vez. Dos veces.
—Y la tendrás, fiel amigo. Yo mismo te invocaré para que estés en paz con el muchacho. Y si no le buscas tú mismo, que con esa cara difícil que no lo encuentres. Pero ahora cumple mi último deseo, ¿me oyes? Me lo debes.
El águila se debatió internamente por unos instantes. Su mirada, clavada en el Sharingan de Akame. Sin miedo. Sin temor. Había visto aquellos ojos innumerables veces y un águila no apartaba la mirada ante nada ni nadie.
—Cuenta tus días, despojo. Pronto descubrirás qué pasa cuando insultas a alguien de mi familia.
El águila desplegó las alas y arrancó a volar, levanto polvo y viento al despegar.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado