22/10/2019, 16:03
Akame se encontraba sentado sobre su trono —la puesta en escena de la Anciana le resultaba molestamente presuntuosa, con aquellos asientos pretendidamente regios, y desde luego no apropiados para rufianes como ellos— con rostro insondable y su kasa de paja todavia, y habia dispuesto de manera identica a Otohime su capa de viaje para no congelarse las posaderas. «Maldita vieja, a quien cojones se le ocurre hacer los asientos de hielo? Mucho postureo pero esto es del todo impractico...»
Cuando Zaide hizo su aparicion en escena, sin escatimar en espectaculo, Akame se saco un cigarrillo del yukata y se lo encendio con parsimonia, mientras le lanzaba una mirada ofendida al aguila que le servia de montura y aliada. «Bueno, pues aqui estamos... Que gane el mejor», se dijo el Uchiha. Y sin mas, el Kaji Saiban dio comienzo.
Cuando Zaide hizo su aparicion en escena, sin escatimar en espectaculo, Akame se saco un cigarrillo del yukata y se lo encendio con parsimonia, mientras le lanzaba una mirada ofendida al aguila que le servia de montura y aliada. «Bueno, pues aqui estamos... Que gane el mejor», se dijo el Uchiha. Y sin mas, el Kaji Saiban dio comienzo.