26/10/2019, 20:38
—D-Disculpadme. Me abstraje sin querer —respondió la recién llegada, con una ligera sonrisa avergonzada—. Es tan solo que vuestros rostros me suenan, lo que no consigo recordar es de qué.
«Que le sonamos... ¿Será para bien o para mal? No sé si quiero saberlo...» Pensó Ayame, torciendo ligeramente el gesto. Quizás por temor, quizás por cualquier otra razón, la kunoichi no se presentó en aquel momento y se concentró en su batido. Lo último que quería en aquellos instantes era que la reconocieran de nuevo como la jinchuriki de Amegakure.
—Oh, dijiste que Kiroe-san no estaba. ¿No es así? ¿Le ha ocurrido algo?
—Mi madre ha salido un momento a comprar —respondió Daruu—. Pero puedo servirte yo, llevo haciéndolo desde los seis años. Y bien, ¿qué va a ser?
«Que le sonamos... ¿Será para bien o para mal? No sé si quiero saberlo...» Pensó Ayame, torciendo ligeramente el gesto. Quizás por temor, quizás por cualquier otra razón, la kunoichi no se presentó en aquel momento y se concentró en su batido. Lo último que quería en aquellos instantes era que la reconocieran de nuevo como la jinchuriki de Amegakure.
—Oh, dijiste que Kiroe-san no estaba. ¿No es así? ¿Le ha ocurrido algo?
—Mi madre ha salido un momento a comprar —respondió Daruu—. Pero puedo servirte yo, llevo haciéndolo desde los seis años. Y bien, ¿qué va a ser?