15/11/2019, 01:59
(Última modificación: 15/11/2019, 02:02 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
Observó la escena distante, pero cercano fisicamente hasta que le arrancaron el papel de las manos. Al menos no le habían tocado, desde luego eso le hubiera resultado bastante mal educado. Ichiro había sido férreo con el tema de los modales, el respeto y las formas, pero parecía que en aquel pueblo toda la gente era más frugal y expontánea, así que resolvió que no podía sacar nada más de aquellas mujeres por el momento. Pensó unos instantes en cómo arrebatarles el papel de las manos sin que resultara incómodo o violento.
-Con que Alia, eh...? -Pensó brevemente para sus adentros mientras daba un paso sobre la mujer que sostenía el papel.
Con un gesto delicado, rápido y diestro (o al menos todo lo que sus capacidades le permitían) puso su mano en la parte de abajo del papel para intentar quitárselo de las manos con suavidad, pero rápidamente, mientras discutían sobre si era el hijo de esa mujer. No iba a forzar demasiado la maquinaria, al menos ahora ya sabía por donde empezar a buscar, así que no enseñaría el papel más de lo necesario.
Si conseguía quitarle el papel a la señora sin que resultara violento, haría una educada reverencia y se apresuraría a caminar para interceptar a los pescadores en su camino, si es que aún estaba a tiempo de conseguirlo, mientras terminaba de cerrar su túnica para tapar la placa de su aldea. Seguramente si tuvieran algo que ocultar, el hecho de que un ninja les preguntara les echaría para atrás completamente. Y viendo la reacción de las mujeres, estaba claro que algo no les había gustado. Los niños seguirían jugando al menos hasta que oscureciera, así que los dejaría como comodín. Seguramente fuera complicado hablar con ellos siendo un completo extraño, pero estaba casi seguro de que si sabían algo o mas bien, quisieran decir algo, no mentirían. Al menos esa imagen tenía el genin de los infantes.
-Con que Alia, eh...? -Pensó brevemente para sus adentros mientras daba un paso sobre la mujer que sostenía el papel.
Con un gesto delicado, rápido y diestro (o al menos todo lo que sus capacidades le permitían) puso su mano en la parte de abajo del papel para intentar quitárselo de las manos con suavidad, pero rápidamente, mientras discutían sobre si era el hijo de esa mujer. No iba a forzar demasiado la maquinaria, al menos ahora ya sabía por donde empezar a buscar, así que no enseñaría el papel más de lo necesario.
Si conseguía quitarle el papel a la señora sin que resultara violento, haría una educada reverencia y se apresuraría a caminar para interceptar a los pescadores en su camino, si es que aún estaba a tiempo de conseguirlo, mientras terminaba de cerrar su túnica para tapar la placa de su aldea. Seguramente si tuvieran algo que ocultar, el hecho de que un ninja les preguntara les echaría para atrás completamente. Y viendo la reacción de las mujeres, estaba claro que algo no les había gustado. Los niños seguirían jugando al menos hasta que oscureciera, así que los dejaría como comodín. Seguramente fuera complicado hablar con ellos siendo un completo extraño, pero estaba casi seguro de que si sabían algo o mas bien, quisieran decir algo, no mentirían. Al menos esa imagen tenía el genin de los infantes.