20/11/2019, 01:27
(Última modificación: 20/11/2019, 01:29 por Uchiha Datsue. Editado 3 veces en total.)
Kyūtsuki tuvo la tentación de corregir a Kaido. La herida no estaba en el abdomen, sino en el pecho. Se dio cuenta de la gilipollez que era comentar eso en una situación como aquella, y optó por centrarse en lo importante.
—Necesito máximo silencio. Nada de preguntarme cómo va a cada maldito minuto o a pegarse sobre mi hombro para mirar.
Se inclinó sobre el cuerpo de Ryū, se mantuvo quieta por unos largos segundos, y finalmente empezó a cortar haciendo uso del Bisturí de Chakra.
Mientras la operación seguía su curso, la Anciana se flagelaba por lo bajo, alejada.
—Esto fue un error. Un maldito error —rumiaba, una y otra vez, sin dejar de caminar en círculos sobre la halita—. Estamos a un paso de conseguirlo todo y…
Y una de sus mayores incorporaciones había perdido un ojo en el combate. Eso significaba que había perdido un Mangekyō, uno de sus dos grandes poderes. Y, lo que ella todavía no sabía, algo aún más importante. Eso, si es que sobrevivía.
Pero, más importante todavía, podían perder a Ryū. Su seguro de vida. Su ariete y su escudo. Quizá sobreviviese a aquel día. Quizá viese llegar el otoño, y el invierno. Pero, ¿sobreviviría el luchador, como auguraba Kaido? ¿O las secuelas serían demasiado grandes como para siquiera reconocerlo en combate? Ella sabía que el pulmón derecho era el más grande del cuerpo humano. De perder uno, hubiese sido preferible el izquierdo. Hasta para eso no había tenido suerte.
Se dio cuenta entonces que, aquel día, Ryū no había perdido. Tampoco Zaide. Había perdido todo Sekiryū. Y lo peor de todo es que sus enemigos no habían tenido que mover ni un solo dedo. Había sido completamente entre ellos solos.
Ellos solos.
—Tenía que haberlo visto venir… —Pero no, no había estado ni cerca. Su confianza en Ryū era tal que le había considerado vencedor con facilidad. Su único temor había sido, de hecho, que se le fuese de las manos y matase a Zaide en el proceso.
Cuán engañada había estado.
Cuán inocente había sido.
Nunca más.
—Kaido —llamó su atención, tratando de entretener la mente con otra cosa—. Ese poder de Akame… ¿Conoces cómo funciona? Es una especie de teletransporte, ¿no es cierto?
—Necesito máximo silencio. Nada de preguntarme cómo va a cada maldito minuto o a pegarse sobre mi hombro para mirar.
Se inclinó sobre el cuerpo de Ryū, se mantuvo quieta por unos largos segundos, y finalmente empezó a cortar haciendo uso del Bisturí de Chakra.
Mientras la operación seguía su curso, la Anciana se flagelaba por lo bajo, alejada.
—Esto fue un error. Un maldito error —rumiaba, una y otra vez, sin dejar de caminar en círculos sobre la halita—. Estamos a un paso de conseguirlo todo y…
Y una de sus mayores incorporaciones había perdido un ojo en el combate. Eso significaba que había perdido un Mangekyō, uno de sus dos grandes poderes. Y, lo que ella todavía no sabía, algo aún más importante. Eso, si es que sobrevivía.
Pero, más importante todavía, podían perder a Ryū. Su seguro de vida. Su ariete y su escudo. Quizá sobreviviese a aquel día. Quizá viese llegar el otoño, y el invierno. Pero, ¿sobreviviría el luchador, como auguraba Kaido? ¿O las secuelas serían demasiado grandes como para siquiera reconocerlo en combate? Ella sabía que el pulmón derecho era el más grande del cuerpo humano. De perder uno, hubiese sido preferible el izquierdo. Hasta para eso no había tenido suerte.
Se dio cuenta entonces que, aquel día, Ryū no había perdido. Tampoco Zaide. Había perdido todo Sekiryū. Y lo peor de todo es que sus enemigos no habían tenido que mover ni un solo dedo. Había sido completamente entre ellos solos.
Ellos solos.
—Tenía que haberlo visto venir… —Pero no, no había estado ni cerca. Su confianza en Ryū era tal que le había considerado vencedor con facilidad. Su único temor había sido, de hecho, que se le fuese de las manos y matase a Zaide en el proceso.
Cuán engañada había estado.
Cuán inocente había sido.
Nunca más.
—Kaido —llamó su atención, tratando de entretener la mente con otra cosa—. Ese poder de Akame… ¿Conoces cómo funciona? Es una especie de teletransporte, ¿no es cierto?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado