22/11/2019, 16:22
—¡Te he preguntado que qué ha pasado aquí y que qué habéis venido a hacer! ¡Responde o te rebano el cuello aquí mismo!
Todavía estaba recuperándome del golpe recibido. No el que acababa de darme el samurái, no. El que me había dado el destino. Perder a Katsudon de aquella manera había sido tan duro para mi corazón, que los golpes fisicos parecian no doler tanto.
Al principio pensé que, tal vez, debía dejar que el samurái me cortara el cuello allí mismo, me lo merecía. Pero no sería justo para Katsudon que su cadáver terminará bajo unos escombros junto al cuerpo del enemigo. Tenia que, por lo menos, enterrarlo en un sitio digno.
—Soy un emisario de Uzushiogakure, he venido junto a un superior y Yuuna, la cual se nos presento como la hija de vuestro líder, en nombre del Uzukage para traer un mensaje. Uno de los vuestros nos ha traído amablemente hasta esta posada por orden de Yuuna para que pudiéramos descansar.
Me costaba hablar. Mi corazón y mi cabeza estaban en un estado lamentable tras la perdida. Pero tenia que esforzarme por katsudon. No podía dejar que su cuerpo se quedará allí, bajo los escombros, junto al cadáver del enemigo.
—Mientras nos poníamos cómodos hemos sido atacados por unos ninjas vestidos de blanco con una bandana con el símbolo del copo de nieve. Uno de ellos lanzo un sello explosivo y fui expulsado por la ventana. Mi compañero no tuvo tanta suerte y recibió la explosión de lleno, por lo que su cuerpo estará enterrado bajo los escombros.
Era una versión bastante resumida de lo sucedido. Y maquillada. Por que el samurái que nos había guiado "amablemente" no había sido tan amable. Pero me daba igual. Todo me daba igual en ese momento. Menos Katsudon.
—Ahora me gustaría recuperar el cadáver de mi compañero y enterrarlo, luego si quieres puedes encerrarme o matarme o hacer lo que quieras conmigo, me da igual. Solo quiero darle el entierro digno que se merece.
Al fin y al cabo, la culpa de la muerte de Katsudon era solo mia. Y si tenia que levantar los escombros de la posada uno a uno para sacar su cuerpo, lo haría. Lo que me pasará después, me lo había ganado. Por inútil. Por débil. Por idiota.
Todavía estaba recuperándome del golpe recibido. No el que acababa de darme el samurái, no. El que me había dado el destino. Perder a Katsudon de aquella manera había sido tan duro para mi corazón, que los golpes fisicos parecian no doler tanto.
Al principio pensé que, tal vez, debía dejar que el samurái me cortara el cuello allí mismo, me lo merecía. Pero no sería justo para Katsudon que su cadáver terminará bajo unos escombros junto al cuerpo del enemigo. Tenia que, por lo menos, enterrarlo en un sitio digno.
—Soy un emisario de Uzushiogakure, he venido junto a un superior y Yuuna, la cual se nos presento como la hija de vuestro líder, en nombre del Uzukage para traer un mensaje. Uno de los vuestros nos ha traído amablemente hasta esta posada por orden de Yuuna para que pudiéramos descansar.
Me costaba hablar. Mi corazón y mi cabeza estaban en un estado lamentable tras la perdida. Pero tenia que esforzarme por katsudon. No podía dejar que su cuerpo se quedará allí, bajo los escombros, junto al cadáver del enemigo.
—Mientras nos poníamos cómodos hemos sido atacados por unos ninjas vestidos de blanco con una bandana con el símbolo del copo de nieve. Uno de ellos lanzo un sello explosivo y fui expulsado por la ventana. Mi compañero no tuvo tanta suerte y recibió la explosión de lleno, por lo que su cuerpo estará enterrado bajo los escombros.
Era una versión bastante resumida de lo sucedido. Y maquillada. Por que el samurái que nos había guiado "amablemente" no había sido tan amable. Pero me daba igual. Todo me daba igual en ese momento. Menos Katsudon.
—Ahora me gustaría recuperar el cadáver de mi compañero y enterrarlo, luego si quieres puedes encerrarme o matarme o hacer lo que quieras conmigo, me da igual. Solo quiero darle el entierro digno que se merece.
Al fin y al cabo, la culpa de la muerte de Katsudon era solo mia. Y si tenia que levantar los escombros de la posada uno a uno para sacar su cuerpo, lo haría. Lo que me pasará después, me lo había ganado. Por inútil. Por débil. Por idiota.