1/01/2020, 22:42
Kisame no tardaría en encontrar el lugar que buscaba, pues parecía ser una de las plazas más conocidas del pueblo y un sitio bastante concurrido. En la misma pudo ver un hostal de aspecto modesto pero acogedor, una casa de dos plantas con chimenea que en aquel momento tenía luces encendidas por aquí y allá en su fachada. Supo al instante que aquel era el lugar elegido por Karasu para alojarse cuando vio la figura escuálida y monótona —salvo por aquel penacho azul sobre su oreja izquierda— del renegado junto a la entrada del mismo, fumándose un pitillo.
El Uchiha también le había visto a él, y aunque no hizo signo alguno de saludo, Kisame pudo sentir incluso desde la distancia la mirada fija de aquellos dos ojos profundos como pozos de petróleo, fijos en él.
El Uchiha también le había visto a él, y aunque no hizo signo alguno de saludo, Kisame pudo sentir incluso desde la distancia la mirada fija de aquellos dos ojos profundos como pozos de petróleo, fijos en él.