6/01/2020, 18:02
(Última modificación: 6/01/2020, 18:04 por Taka Kisame. Editado 1 vez en total.)
No pensaba seguirle, simplemente entraría a la posada que había en la plaza para intentar buscar un lugar donde dormir. Sabía que su compañero era un tanto peculiar, igual que él, así que supuso que iría a dar una vuelta o cualquier cosa. En la posada, intentaría arrendar una habitación para aquella noche, cenaría escuetamente con las pocas raciones que le quedaban y se acostaría pronto para levantarse con el amanecer, con tiempo. No era la típica persona que llegaba tarde a ningún lugar, así que desayunaría con simpleza y se daría una vuelta por el pueblo hasta la hora pactada. A decir verdad, el comportamiento de Karasu había sido extraño en su último encuentro, pero no le dió mayor importancia hasta que, pasado un rato de la hora en cuestión, no llegaba.
Esperó un poco más, extrañado. Karasu no había llegado tarde a ninguna de sus citas anteriores siempre que se habían separado. Esperaría una hora más deambulando por los alrededores, con paciencia y esperando verle llegar con algo nuevo que decirle, pero eso nunca pasó. La sensación de impaciencia que tenía Kisame se fue transformando en decepción. Le había dejado tirado? Se había enterado de algo que él no? Todo era bastante extraño, aun así, ahora que se había metido de lleno en el asunto, no querría dejarlo a medias....
Se acercó a la puerta que le habían descrito y tocó con suavidad, esperando para ver quién le abría. Se temía lo peor, pues en cuanto le había dicho qué casa era, éste había desaparecido... Estaba preparado para ver que había al otro lado.
Esperó un poco más, extrañado. Karasu no había llegado tarde a ninguna de sus citas anteriores siempre que se habían separado. Esperaría una hora más deambulando por los alrededores, con paciencia y esperando verle llegar con algo nuevo que decirle, pero eso nunca pasó. La sensación de impaciencia que tenía Kisame se fue transformando en decepción. Le había dejado tirado? Se había enterado de algo que él no? Todo era bastante extraño, aun así, ahora que se había metido de lleno en el asunto, no querría dejarlo a medias....
Se acercó a la puerta que le habían descrito y tocó con suavidad, esperando para ver quién le abría. Se temía lo peor, pues en cuanto le había dicho qué casa era, éste había desaparecido... Estaba preparado para ver que había al otro lado.