7/01/2020, 20:38
Era bastante pronto, por lo que entendió que estuviera durmiendo aún. Viendo su tono de enfado, intentó hablarle con la mayor corrección que supo, como había aprendido en los libros que tanto leía. La miró, intentando adoptar una expresión cordial y carraspeó suavemente antes de comenzar a hablar. En una milésima de segundo se le pasaron muchas cosas por la cabeza, pero optó por un clásico. Simplemente esperaba sacar algo de allí.
-Buenos días, lamento haberla despertado tan pronto. Me gustaría hacerla unas preguntas si no le es mucha molestia. Estoy investigando un asunto y creo que usted podría saber algo, solo le quitaré unos minutos. -Dijo con diligencia y calma, intentando paliar con su carácter el enfado de aquella mujer -Esperaré hasta que esté lista si decide ayudarme, gracias de antemano y disculpas una vez más -Comentó de añadido, haciendo varias reverencias después en señal de disculpa.
Esperaba haberle parecido lo suficientemente correcto como para que la mujer quisiera dedicarle un rato y esclarecer sus dudas sobre aquel revolucionario del País de la Tierra. Karasu le había dejado tirado, pero eso no le importaba en lo absoluto, llegaría al fondo de esto fuese como fuese. Lo que tenía más que claro, es que no iba a irse a casa después de todo lo que había tenido que hacer para llegar a este punto. Sería una tontería y habría perdido el tiempo completamente. Quería volver a Amegakure con esa recompensa, y si su compañero se le había adelantado y quería reclamarla toda para él, lo encontraría y lo aplastaría como a una flor bajo una roca.
-Buenos días, lamento haberla despertado tan pronto. Me gustaría hacerla unas preguntas si no le es mucha molestia. Estoy investigando un asunto y creo que usted podría saber algo, solo le quitaré unos minutos. -Dijo con diligencia y calma, intentando paliar con su carácter el enfado de aquella mujer -Esperaré hasta que esté lista si decide ayudarme, gracias de antemano y disculpas una vez más -Comentó de añadido, haciendo varias reverencias después en señal de disculpa.
Esperaba haberle parecido lo suficientemente correcto como para que la mujer quisiera dedicarle un rato y esclarecer sus dudas sobre aquel revolucionario del País de la Tierra. Karasu le había dejado tirado, pero eso no le importaba en lo absoluto, llegaría al fondo de esto fuese como fuese. Lo que tenía más que claro, es que no iba a irse a casa después de todo lo que había tenido que hacer para llegar a este punto. Sería una tontería y habría perdido el tiempo completamente. Quería volver a Amegakure con esa recompensa, y si su compañero se le había adelantado y quería reclamarla toda para él, lo encontraría y lo aplastaría como a una flor bajo una roca.