8/01/2020, 18:19
Sus manos tomaron ansiosas el pergamino, extendiéndolo entre temblores. Sus ojos volaron por el mar de letras, sin ser capaz de centrarse en ellas y leerlas, hasta toparse con algo que le quitó el aliento y la dejó muda.
Se llevó una mano a la boca, como si quisiese reprimir un chillido que ni de lejos hubiese atravesado su garganta. No, porque el nudo que había en ella era demasiado fuerte como para dejar pasar su voz. Ni su voz, ni un mísero soplo de aire fresco. Le fallaron las fuerzas y se recostó —o casi podía decirse que cayó— sobre un mueble bajo que servía de zapatero. No era capaz de respirar. No era capaz de respirar. No era capaz de…
Un sollozo. Un sollozo bastó para aflojar, por milímetros, el nudo que atenazaba su garganta y brindarle ese oxígeno que necesitaba. Un sollozo que trató de reprimir con todas sus fuerzas, con la piel roja por el esfuerzo. La mano que todavía tenía sobre la boca y la que sujetaba el pergamino no paraban de temblarle, y sus pupilas, bañadas en lágrimas, no dejaban de recorrer el retrato con ansia y dolor.
Aquella sonrisa socarrona. Aquel peinado inconfundible. Aquellos ojos de cachorro. Estaba crecido, pero tendrían que pasar otros cien años para que no fuese capaz de reconocerle. Aquel…
Aquel era su niño.
Aquel era Datsue.
![[Imagen: icDoDSX.png]](https://i.imgur.com/icDoDSX.png)
Se llevó una mano a la boca, como si quisiese reprimir un chillido que ni de lejos hubiese atravesado su garganta. No, porque el nudo que había en ella era demasiado fuerte como para dejar pasar su voz. Ni su voz, ni un mísero soplo de aire fresco. Le fallaron las fuerzas y se recostó —o casi podía decirse que cayó— sobre un mueble bajo que servía de zapatero. No era capaz de respirar. No era capaz de respirar. No era capaz de…
Un sollozo. Un sollozo bastó para aflojar, por milímetros, el nudo que atenazaba su garganta y brindarle ese oxígeno que necesitaba. Un sollozo que trató de reprimir con todas sus fuerzas, con la piel roja por el esfuerzo. La mano que todavía tenía sobre la boca y la que sujetaba el pergamino no paraban de temblarle, y sus pupilas, bañadas en lágrimas, no dejaban de recorrer el retrato con ansia y dolor.
Aquella sonrisa socarrona. Aquel peinado inconfundible. Aquellos ojos de cachorro. Estaba crecido, pero tendrían que pasar otros cien años para que no fuese capaz de reconocerle. Aquel…
Aquel era su niño.
Aquel era Datsue.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado