15/01/2020, 12:30
—Mi madre siempre me enseñó que hay que rodearse de gente capaz y con la que uno tenga confianza para poder enfrentarse al miedo —Pues allí, en medio de la nada, donde todo el mundo estaba lejos, y la única persona en la que confiaba, tenia miedo, estaba jodido. Muy jodido.—. El miedo nunca desaparece. La sensación de que no eres lo suficiente nunca desaparece. Pero cuando confías en alguien que está a tu lado, esperas que esa persona te apoye cuando tú flaquees.
No le faltaba razón, pero... Yo también quería valerme por mi mismo, no siempre depender de la fuerza de otros para no meter la pata. Mis padres no iban a estar allí siempre, Katsudon no iba a estar allí siempre. Era muy difícil confiar en otros cuando uno no era capaz de fiarse ni de si mismo.
A veces, había que confiar en los demás, pero ser siempre una carga... era desolador. Daba igual lo bonito que lo pintaras. Algún día, tarde o temprano, tenia que valerme por mi mismo, y ese, sería un dia terrible.
»Como te dije antes, yo sí confío en ti. Y si tú confías en mí, no te preocupes, yo... te cubriré las espaldas. O el timón.
Una sensación desconocía me recorrió la espalda cuando la escuché decir eso. Era... Demasiado cercano. Obviamente le di la espalda mientras, un poco ruborizado, reordenaba mis pensamientos antes de volver a hablar.
—Yo... No deberías confiar en mí. En esa celda cultive un odio, una ira, y una desconfianza que no son propios de mi. Yo... —Quizas no debía decir nada, quizás era mejor callarme, quizás volvía a meter la pata de nuevo, pero sentía que ella tenia que saberlo. —Pensé cosas horribles que no hice simplemente por que no tenia el poder para hacerlas. Se me pasaron por la cabeza cosas que... Me convertirían en el mismo tipo de monstruo que Kurama, o incluso peor. Por suerte para los samuráis, solo soy el hijo de un herrero.
No le faltaba razón, pero... Yo también quería valerme por mi mismo, no siempre depender de la fuerza de otros para no meter la pata. Mis padres no iban a estar allí siempre, Katsudon no iba a estar allí siempre. Era muy difícil confiar en otros cuando uno no era capaz de fiarse ni de si mismo.
A veces, había que confiar en los demás, pero ser siempre una carga... era desolador. Daba igual lo bonito que lo pintaras. Algún día, tarde o temprano, tenia que valerme por mi mismo, y ese, sería un dia terrible.
»Como te dije antes, yo sí confío en ti. Y si tú confías en mí, no te preocupes, yo... te cubriré las espaldas. O el timón.
Una sensación desconocía me recorrió la espalda cuando la escuché decir eso. Era... Demasiado cercano. Obviamente le di la espalda mientras, un poco ruborizado, reordenaba mis pensamientos antes de volver a hablar.
—Yo... No deberías confiar en mí. En esa celda cultive un odio, una ira, y una desconfianza que no son propios de mi. Yo... —Quizas no debía decir nada, quizás era mejor callarme, quizás volvía a meter la pata de nuevo, pero sentía que ella tenia que saberlo. —Pensé cosas horribles que no hice simplemente por que no tenia el poder para hacerlas. Se me pasaron por la cabeza cosas que... Me convertirían en el mismo tipo de monstruo que Kurama, o incluso peor. Por suerte para los samuráis, solo soy el hijo de un herrero.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)