18/01/2020, 16:47
(Última modificación: 18/01/2020, 16:48 por Amedama Daruu.)
Yuuna se había enrojecido de pies a cabeza. Jugueteó con su pelo, dándole vueltas a un mechón. Miró para un lado, miró para otro. Reiji aclaró lo que quiso decir, pero era demasiado tarde.
—Verás, Reiji-kun... lo cierto es que yo...
—¡¡JO, JO, JO, MARINEROS, TEMED!!
—¡Eek! —Yuuna dio un bote.
La voz de un Katsudon risueño y completamente recuperado le hizo dar un bote y casi caerse al suelo. El hombre, con una gran risotada, avanzó hacia Reiji y le dio un buen palmadote en la espalda... que casi lo empotra contra el timón.
—¡Miradme! ¡Soy un hombre nuevo! ¡No me asustan los océanos! —rio, y luego añadió en voz baja—: excepto si es de noche y no se ve un carajo, pero iremos trabajando en ello.
»Bueno, mi capitán. ¿¡Alguna novedad!?
—Verás, Reiji-kun... lo cierto es que yo...
—¡¡JO, JO, JO, MARINEROS, TEMED!!
—¡Eek! —Yuuna dio un bote.
La voz de un Katsudon risueño y completamente recuperado le hizo dar un bote y casi caerse al suelo. El hombre, con una gran risotada, avanzó hacia Reiji y le dio un buen palmadote en la espalda... que casi lo empotra contra el timón.
—¡Miradme! ¡Soy un hombre nuevo! ¡No me asustan los océanos! —rio, y luego añadió en voz baja—: excepto si es de noche y no se ve un carajo, pero iremos trabajando en ello.
»Bueno, mi capitán. ¿¡Alguna novedad!?
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es