20/01/2020, 01:04
Antes de salir del puerto yo también hice una reverencia. Pero al barco. Nos había causado unos cuantos problemas y Yuuna casi muere por eso.
Pero aún así, ese gran trozo de madera que ahora era mío, nos había llevado primero al pais del hierro y luego traído de vuelta a uzushiogakure. Y una cosa mas: En el, me había convertido en el primer pirata del aire del jodido mundo.
Entendí lo que hizo Katsudon. El pobre había tenido suficiente mar para toda su vida. Pero lo que no estaba recordando es que en algún momento no muy lejano habría que volver al hierro. Y yo pensaba arrastrar a Katsudon en mi barco de nuevo.
Yuuna estaba embobada mirando el precioso aspecto que tenia Uzushiogakure incluso en aquella época del año. Yo... Yo estaba embobado pensando en la imagen de Yuuna en el aire, cogiendo la espada. Aquella imagen había sido una maravilla visual, y no pensaba quitármela de la cabeza jamas.
Lo que vino después fue desastroso, y en aquel momento no pude disfrutar del recuerdo como era debido. Pero ahora sí.
Aunque su voz me saco de mis pensamientos cuando por fin alcanzamos el edificio del uzukage.
—¿Cómo puede nadar en estas aguas tan revueltas?
—Quizás muchos se harían esa misma pregunta con Hanabi-kun, jo, jo, jo
— Jajajajajaja
Estaba mal que me hiciera gracia ese chiste. Pero lo había contado Katsudon, que era su mano derecha.
—No entiendes el chiste porque no llevas mucho tiempo en Uzushiogakure, ya irás viendo el panorama. ¿A que tú si lo entiendes, Reiji-kun?
—Si, pero creo que esta mal que nos riamos así en este momento. Sobretodo por que las aguas revueltas vamos a provocarlas nosotros cuando le contemos todo lo que tenemos que contarle.
Por que, madre mia... Habían muuuuuuuchas cosas. Muchas. Y todas muy gordas.
No querría estar en su lugar en ese momento ni aunque me prometieran una flota enorme de barcos.
Pero aún así, ese gran trozo de madera que ahora era mío, nos había llevado primero al pais del hierro y luego traído de vuelta a uzushiogakure. Y una cosa mas: En el, me había convertido en el primer pirata del aire del jodido mundo.
Entendí lo que hizo Katsudon. El pobre había tenido suficiente mar para toda su vida. Pero lo que no estaba recordando es que en algún momento no muy lejano habría que volver al hierro. Y yo pensaba arrastrar a Katsudon en mi barco de nuevo.
Yuuna estaba embobada mirando el precioso aspecto que tenia Uzushiogakure incluso en aquella época del año. Yo... Yo estaba embobado pensando en la imagen de Yuuna en el aire, cogiendo la espada. Aquella imagen había sido una maravilla visual, y no pensaba quitármela de la cabeza jamas.
Lo que vino después fue desastroso, y en aquel momento no pude disfrutar del recuerdo como era debido. Pero ahora sí.
Aunque su voz me saco de mis pensamientos cuando por fin alcanzamos el edificio del uzukage.
—¿Cómo puede nadar en estas aguas tan revueltas?
—Quizás muchos se harían esa misma pregunta con Hanabi-kun, jo, jo, jo
— Jajajajajaja
Estaba mal que me hiciera gracia ese chiste. Pero lo había contado Katsudon, que era su mano derecha.
—No entiendes el chiste porque no llevas mucho tiempo en Uzushiogakure, ya irás viendo el panorama. ¿A que tú si lo entiendes, Reiji-kun?
—Si, pero creo que esta mal que nos riamos así en este momento. Sobretodo por que las aguas revueltas vamos a provocarlas nosotros cuando le contemos todo lo que tenemos que contarle.
Por que, madre mia... Habían muuuuuuuchas cosas. Muchas. Y todas muy gordas.
No querría estar en su lugar en ese momento ni aunque me prometieran una flota enorme de barcos.