20/01/2020, 01:59
Claro, mafias. Ya se lo habían adelantado antes, cuando profundizaron en el tema de Kurhebi y los acontecimientos que llevaron a Ryū a eliminar su primera debilidad: la familia. Ahora, no obstante, un nuevo nombre se asomaba en la superficie, dándose a entender como la mafia más importante de Kasukami, y por tanto, de todo el País del Agua. Umirōkōsai funcionaba además bajo la operativa total y absoluta del mismísimo Feudal, detalle que ya era buenamente sabido por todos. Umigarasu era un noble corrupto, y peligroso. Muy peligroso. Como así también lo era embarcarse en un viaje a través de una capital donde todos y cada uno de los ojos de sus habitantes respondían a sus criminales. Bastaba con que alguien observara algo fuera de lugar, y serían descubiertos. Kaido miró a Kyutsuki y estuvo a punto de preguntarle qué porcentaje de probabilidad le veía a él y a su grupo. Ella era buena calculando esas cosas. Pero antes de poder siquiera abrir la boca, Akame soltó de pronto una bomba que dejó a todos pasmados como una roca.
—¿Y cómo es que pretendes hacer eso, eh, Aka... —Kaido no era un tipo muy versado, ni tampoco demasiado inteligente. Pero sí que era un hombre vivaz para atar cabos y entender las cosas como viniesen. En ese momento, entendió muy superficialmente, cabe destacar, qué era lo que pretendía Akame. Su mente viajó a un punto lejano de su memoria, mucho tiempo atrás, allá en el Estadio Principal del Valle de los Dojos. Luego no tuvo que ir tan lejos, sino hasta el reciente Kaji Saiban en donde Suzakuhizo uso ilustre de una habilidad muy particular, que según Amedama Daruu, era una técnica de teletransportación muy similar a la suya. Sólo que no necesitaba de marcas, ni sellos intrincados. Tan sólo el uso de sus ojos, que brillaban de un destello carmesí antes de esfumarse—. soy todo oídos.
—¿Y cómo es que pretendes hacer eso, eh, Aka... —Kaido no era un tipo muy versado, ni tampoco demasiado inteligente. Pero sí que era un hombre vivaz para atar cabos y entender las cosas como viniesen. En ese momento, entendió muy superficialmente, cabe destacar, qué era lo que pretendía Akame. Su mente viajó a un punto lejano de su memoria, mucho tiempo atrás, allá en el Estadio Principal del Valle de los Dojos. Luego no tuvo que ir tan lejos, sino hasta el reciente Kaji Saiban en donde Suzakuhizo uso ilustre de una habilidad muy particular, que según Amedama Daruu, era una técnica de teletransportación muy similar a la suya. Sólo que no necesitaba de marcas, ni sellos intrincados. Tan sólo el uso de sus ojos, que brillaban de un destello carmesí antes de esfumarse—. soy todo oídos.