27/01/2020, 01:13
Con incontables kilómetros a la espalda, y los mismos que le esperaban en su viaje de vuelta, Ren y Nanashi estaban ya a escasos metros de alcanzar su meta. Ambos peregrinaban con una capa de viaje de un color azul oscuro larga; pues tuvieron que recorrer bastante para poder dejar por fin las zonas de lluvia atrás. Pese a dejar la humedad de la lluvia a sus espaldas, el frío estacional todavía se hacía eco, siendo palpable en sus indumentarias. Bajo su capa de viaje, Ren llevaba una camisa gruesa de mangas largas oscura, con la parte superior de una camisa de kimono blanca por encima, y bajo todas estas, una oscura de rejillas; un obi de color pálido recorría toda su cadera dejando a su izquierda su bokken, y en la parte posterior derecha una cantimplora hecha con una calabaza que Nanashi le había hecho. Nanasi iba también muy abrigado por debajo de la capa, con una camisa gruesa oscura y un pantalón marrón claro.
No tendrían que caminar mucho más, para que el gran lago se extendía ante ellos dos, con varios pilares rojizos sobresaliendo de sus aguas, y en medio, una pequeña islita.
— Nos ha llevado tiempo, pero solo por las vistas, ya ha merecido la pena. — añadió acariciándose la nuca.
— Vaaaaaaaayaaaa... Este lugar es impresionante— añadió boquiabierta Ren al contemplar el lugar. — ¿Así que esta es la tumba...? ¿De Shinoa?
Aunque hubiera pasado relativamente poco desde que salio de la academia, Ren apenas tenia conocimientos sobre la situación política actual ni pasada; conocía levemente la de su tierra natal, la aterradora Yui se hizo con el poder tras asesinar a todas las ratas traidoras, algunos lo consideraron golpe de estado, pero el temor a las represalias hizo que esas voces se acallaran.
— Estamos aquí principalmente para que te empieces a empapar de algo de historia, y nuestra aldea vecina esta bastante cerca; así que mide tus palabras, y procura seguir manteniendo tu placa oculta. Shinobis de Amegakure tan cerca de Uzu podrían hacer saltar las alarmas y buscarnos un problema tanto a nosotros, como a la aldea. No sé por qué le di la razón a Oda pensando que traerte aquí podía ser buena idea; estamos casi jugándonos el pellejo — dijo finalizando la frase llevándose una mano a la boca para tapársela.
— Pues porque aprendo mejor de forma practica o en el campo. Jeje. —añadió con una sincera carcajada.
Nanashi fue el primero en percatarse al observar a alguien saltando entre las plataformas, no estaban solos en aquella fría tarde invernal; pero no debían temer o alterarse.
No tendrían que caminar mucho más, para que el gran lago se extendía ante ellos dos, con varios pilares rojizos sobresaliendo de sus aguas, y en medio, una pequeña islita.
— Nos ha llevado tiempo, pero solo por las vistas, ya ha merecido la pena. — añadió acariciándose la nuca.
— Vaaaaaaaayaaaa... Este lugar es impresionante— añadió boquiabierta Ren al contemplar el lugar. — ¿Así que esta es la tumba...? ¿De Shinoa?
Aunque hubiera pasado relativamente poco desde que salio de la academia, Ren apenas tenia conocimientos sobre la situación política actual ni pasada; conocía levemente la de su tierra natal, la aterradora Yui se hizo con el poder tras asesinar a todas las ratas traidoras, algunos lo consideraron golpe de estado, pero el temor a las represalias hizo que esas voces se acallaran.
— Estamos aquí principalmente para que te empieces a empapar de algo de historia, y nuestra aldea vecina esta bastante cerca; así que mide tus palabras, y procura seguir manteniendo tu placa oculta. Shinobis de Amegakure tan cerca de Uzu podrían hacer saltar las alarmas y buscarnos un problema tanto a nosotros, como a la aldea. No sé por qué le di la razón a Oda pensando que traerte aquí podía ser buena idea; estamos casi jugándonos el pellejo — dijo finalizando la frase llevándose una mano a la boca para tapársela.
— Pues porque aprendo mejor de forma practica o en el campo. Jeje. —añadió con una sincera carcajada.
Nanashi fue el primero en percatarse al observar a alguien saltando entre las plataformas, no estaban solos en aquella fría tarde invernal; pero no debían temer o alterarse.