27/01/2020, 18:05
—No es necesario que te disculpes, Hana. ¿Puedo llamarte Hana? —
La kunoichi asintió energeticamente.
— Por supuesto. — por si el asentimiento no era suficiente.
Tenía que acumular tanto buen karma con el muchacho como pudiese para entrar con seguridad al preguntarle sobre su quemadura. Cosa que iba a hacer sí o sí.
— Me llamo Kakita Bendō, solía trabajar de ayudante en una forja de por aquí. Es donde me ocurrió esto
Hasta que se le adelantó y se volvió a sentir estúpida. ¿Qué más le daba como se lo había hecho? ¡¿Por qué solo le importaba saberlo?! Estaba claro que para él iba a ser un mal recuerdo.
— Vaya, lamento oír eso. ¿Y ahora a qué te dedicas? Supongo que debe ser difícil que la gente te mire siempre.
—¿Has venido aquí a comprar algún artilugio ninja? Cuando trabajaba en la forja veía a shinobis de tu Aldea todo el día, compraban mucho allí. Aunque ahora está apagada, ni siquiera sé qué fue del viejo dueño, así que lamentablemente no voy a poder recomendártela.
Negó levemente con la cabeza.
— No, no puedo permitirme ni un kunai ahora mismo. — sonrió al recordar que debía ser la única genin de la villa sin un kunai tras graduarse. — Estaba de paso y he venido a distraerme hasta que caiga la noche. ¿Qué hay de ti? No creo que estés aquí por placer después de... — cerró la boca forzosamente, viéndose yendo de cabeza al mismo barrizal una y otra vez.
La kunoichi asintió energeticamente.
— Por supuesto. — por si el asentimiento no era suficiente.
Tenía que acumular tanto buen karma con el muchacho como pudiese para entrar con seguridad al preguntarle sobre su quemadura. Cosa que iba a hacer sí o sí.
— Me llamo Kakita Bendō, solía trabajar de ayudante en una forja de por aquí. Es donde me ocurrió esto
Hasta que se le adelantó y se volvió a sentir estúpida. ¿Qué más le daba como se lo había hecho? ¡¿Por qué solo le importaba saberlo?! Estaba claro que para él iba a ser un mal recuerdo.
— Vaya, lamento oír eso. ¿Y ahora a qué te dedicas? Supongo que debe ser difícil que la gente te mire siempre.
—¿Has venido aquí a comprar algún artilugio ninja? Cuando trabajaba en la forja veía a shinobis de tu Aldea todo el día, compraban mucho allí. Aunque ahora está apagada, ni siquiera sé qué fue del viejo dueño, así que lamentablemente no voy a poder recomendártela.
Negó levemente con la cabeza.
— No, no puedo permitirme ni un kunai ahora mismo. — sonrió al recordar que debía ser la única genin de la villa sin un kunai tras graduarse. — Estaba de paso y he venido a distraerme hasta que caiga la noche. ¿Qué hay de ti? No creo que estés aquí por placer después de... — cerró la boca forzosamente, viéndose yendo de cabeza al mismo barrizal una y otra vez.