28/01/2020, 20:13
— Mmmm... Ta vez. Mi maestro dice que las armas pueden arrebatar vidas, pero también darlas. Que es el usuario el que decirle como empuñarla y perdonar dichas existencias. No se puede devolver una vida arrebatada, y muchos se sienten embriagados por esta sensación. Si no eres capaz de comprender la gravedad de esto, puedes acabar convirtiéndote en un "Shura".
La kunoichi escuchó atentamente lo que la futura espadachina le contaba. A pesar de que las dos cosas que le había dicho eran contradictorias entre ellas, entendió el punto al que Ren quería llegar. También se lo habían dicho muchas veces en la academia, no había armas malas, las armas no mataban a nadie si nadie las empuñaba. Su espada sería tan sanguinaria como ella misma.
Aceptó la Kodachi que le devolvía y la volvió a colocar a su lado, aún con el Bokken encima de sus piernas.
— Tu maestro es un hombre sabio. No hay nada más sagrado que una vida.
— Supongo que con eso no tengo mucho problema, me aterra un poco el simple hecho de pensarlo.
Hana se contuvo un segundo antes de contestar. No quería ser hipocrita, ella era una kunoichi, tarde o temprano se vería en una situación en que fuese morir o matar.
— Bueno, puedes convertirte en una buena espadachina sin matar a nadie. Será más complicado, pero no imposible.
Intentó consolarla obviando decir lo que ella pensaba.
La kunoichi escuchó atentamente lo que la futura espadachina le contaba. A pesar de que las dos cosas que le había dicho eran contradictorias entre ellas, entendió el punto al que Ren quería llegar. También se lo habían dicho muchas veces en la academia, no había armas malas, las armas no mataban a nadie si nadie las empuñaba. Su espada sería tan sanguinaria como ella misma.
Aceptó la Kodachi que le devolvía y la volvió a colocar a su lado, aún con el Bokken encima de sus piernas.
— Tu maestro es un hombre sabio. No hay nada más sagrado que una vida.
— Supongo que con eso no tengo mucho problema, me aterra un poco el simple hecho de pensarlo.
Hana se contuvo un segundo antes de contestar. No quería ser hipocrita, ella era una kunoichi, tarde o temprano se vería en una situación en que fuese morir o matar.
— Bueno, puedes convertirte en una buena espadachina sin matar a nadie. Será más complicado, pero no imposible.
Intentó consolarla obviando decir lo que ella pensaba.