Como se forja un ninja

[Eikyuu Juro]

Juro observó el ambiente. Y tanto que lo observó. La luz del sol desapareció en favor de un conjunto de luces extremadamente artificiales, que, además de chillonas, parecían hacer daño a la vista. Música, perfume, olores fuertes, bebidas... y por supuesto, las mujeres. Iban de más ropa a menos ropa, bailando en barra, cubiertas del dinero que sus clientes (en su mayoría, hombres) les lanzaban.

Era un trabajo, claro, y él, un ninja (cuya misión era la de matar) no podía desprestigiarlo. Aun así, encontraba cierto patetismo en la forma en la que eran tratadas por los hombres, como simples objetos.

« No me va mucho este ambiente, la verdad » — Claro que miraba. ¿Quién no lo haría en su lugar? Pero aun así...

El guardia les llevó a su asiento: un sofa bastante lujoso y una posición cómoda y elevada. Si bien aquel tugurio era como una cueva (estrecha, larga y un poco siniestra), agradeció aquel toque de distinción.

Entonces, empezó un extraño intercambio de preguntas: primero, entre el guardia cuestionó acerca de qué querían hacer. Después, fue Kazuma quién lo repitió, inseguro.

Juro se encogió de hombros.

— ¿Pedir una bebida? Yo que sé. No suelo frecuentar estos lugares — Miró a Datsue, quién estaba seguro de que sabía mucho más de esta clase de lugares —. ¿Y bien, Datsue? Cuéntanos.