30/01/2020, 17:27
— ¡Gracias! Espero que nos volvamos a ver pronto.
Sonrió al ver a Ren con su bandana puesta, no sabía por qué lo había ocultado en un principio pero le alegraba que ya no lo hiciese. Le hacía sentir que tenían confianza, a pesar de conocerse desde hace solo unas horas.
— Eso espero yo también, Himura Ren, kunoichi de Amegakure. — le respondió solemnemente.
— Sea de quien sea esa arma. Cuidala, quien te la regalase, debía quererte mucho. Una inscripción no es barata; y tanto la vaina como la empuñadura parecen caras. —
— Lo sé, Nanashi-san. — sonó algo triste, apoyando la mano en la empuñadura del arma. — Gracias a ambos por la conversación. Suerte entrenando a Ren-chan. La va a necesitar.
Le dedicó una sonrisa picara a la chica mientras se alejaba, despidiendose con la mano. No había estado tan mal, pensó cuando ya estuvo sola y con la cabeza en el viaje. Era la primera vez que se encontraba con otro ninja y habían acabado coincidiendo en multitud de cosas, incluyendo el apellido. Sonrió al recordar como Ren había intentado ocultar su identidad y había durado cinco minutos.
Con esa sonrisa tonta prosiguió su viaje de vuelta, esperando volver a encontrarsela pronto, como ambas habían pedido al destino.
Sonrió al ver a Ren con su bandana puesta, no sabía por qué lo había ocultado en un principio pero le alegraba que ya no lo hiciese. Le hacía sentir que tenían confianza, a pesar de conocerse desde hace solo unas horas.
— Eso espero yo también, Himura Ren, kunoichi de Amegakure. — le respondió solemnemente.
— Sea de quien sea esa arma. Cuidala, quien te la regalase, debía quererte mucho. Una inscripción no es barata; y tanto la vaina como la empuñadura parecen caras. —
— Lo sé, Nanashi-san. — sonó algo triste, apoyando la mano en la empuñadura del arma. — Gracias a ambos por la conversación. Suerte entrenando a Ren-chan. La va a necesitar.
Le dedicó una sonrisa picara a la chica mientras se alejaba, despidiendose con la mano. No había estado tan mal, pensó cuando ya estuvo sola y con la cabeza en el viaje. Era la primera vez que se encontraba con otro ninja y habían acabado coincidiendo en multitud de cosas, incluyendo el apellido. Sonrió al recordar como Ren había intentado ocultar su identidad y había durado cinco minutos.
Con esa sonrisa tonta prosiguió su viaje de vuelta, esperando volver a encontrarsela pronto, como ambas habían pedido al destino.