2/02/2020, 16:00
Junko soltó una carcajada y le quitó importancia a la réplica de su alumno con un desenfadado gesto de su única mano. Se agachó sobre la mesa para beber el té, sorbiendo por la cañita, y tras llenarse los carrillos tragó de forma bastante poco decorosa. Casi parecía una imagen cómica, y la propia chūnin acabó riendo ante el papel que acababa de oficiar frente a Takumi. ¿Tal vez lo había hecho a propósito para terminar de romper el hielo?
—¡Minucias, Takumi! Te olvidas de una cosa: ahora eres alumno de Uzumaki Junko, ¡primera de su promoción! Si no sabes hacer un bunshin, yo te enseñaré. Si quieres aprender a pelear, a moverte sin ser visto, a surcar las olas y proteger a esta Aldea, ¡yo te enseñaré! —culminó su breve discurso alzando el puño cerrado al aire—. Hay cosas que no pueden enseñarse, y por fortuna, tú ya las tienes. Así que no te preocupes, si trabajas duro y te esfuerzas, serás un gran shinobi.
»Ahora vamos a terminarnos este té y a mover un poco el esqueleto, ¿eh?
La sensei agarró su vaso con la mano diestra y empezó a sorber con ganas, recostada en su asiento, mientras se deleitaba con el olor de la brisa marina por la mañana.
—¡Minucias, Takumi! Te olvidas de una cosa: ahora eres alumno de Uzumaki Junko, ¡primera de su promoción! Si no sabes hacer un bunshin, yo te enseñaré. Si quieres aprender a pelear, a moverte sin ser visto, a surcar las olas y proteger a esta Aldea, ¡yo te enseñaré! —culminó su breve discurso alzando el puño cerrado al aire—. Hay cosas que no pueden enseñarse, y por fortuna, tú ya las tienes. Así que no te preocupes, si trabajas duro y te esfuerzas, serás un gran shinobi.
»Ahora vamos a terminarnos este té y a mover un poco el esqueleto, ¿eh?
La sensei agarró su vaso con la mano diestra y empezó a sorber con ganas, recostada en su asiento, mientras se deleitaba con el olor de la brisa marina por la mañana.