2/02/2020, 16:10
Uchiha Akame sonrió de forma involuntaria. Fue una sonrisa ácida, amarga, repleta de rencor.
—Es esa persona en la que estás pensando ahora mismo —respondió, casi escupiendo las palabras—. El jodido Uchiha Datsue.
Volvió a fumar, como si necesitara ganar algo de tiempo para asimilar lo que acababa de decir. Desde el inicio de su nueva vida, era la primera vez que pronunciaba el nombre de su antiguo Hermano en voz alta, aunque no la primera que le mencionaba indirectamente. Fue un trago difícil.
—Te aseguro que no le envidio. El Ichibi es un auténtico demonio, nos despreciaba por ser sus captores y se dedicaba a atormentarnos noche sí, noche también, con pesadillas bastante grotescas. Es un cabrón muy imaginativo cuando se trata de torturar a las personas —añadió, escupiendo a un lado del camino—. Así que todavía me queda el consuelo de que ese cabrón de Datsue debe estar todavía comiéndose cuatro pastillones cada noche para pegar ojo.
—Es esa persona en la que estás pensando ahora mismo —respondió, casi escupiendo las palabras—. El jodido Uchiha Datsue.
Volvió a fumar, como si necesitara ganar algo de tiempo para asimilar lo que acababa de decir. Desde el inicio de su nueva vida, era la primera vez que pronunciaba el nombre de su antiguo Hermano en voz alta, aunque no la primera que le mencionaba indirectamente. Fue un trago difícil.
—Te aseguro que no le envidio. El Ichibi es un auténtico demonio, nos despreciaba por ser sus captores y se dedicaba a atormentarnos noche sí, noche también, con pesadillas bastante grotescas. Es un cabrón muy imaginativo cuando se trata de torturar a las personas —añadió, escupiendo a un lado del camino—. Así que todavía me queda el consuelo de que ese cabrón de Datsue debe estar todavía comiéndose cuatro pastillones cada noche para pegar ojo.