5/02/2020, 13:16
Pero lejos de amedrentarse, Kintsugi insistió en su amenaza escondida de advertencia. Justo cuando Yui estaba a punto de contestar, las mariposas doradas que la Morikage les había dejado frente a la mesa levantaron el vuelo. También de dentro de la ropa. Instintivamente, tanto Yui como Shanise se deshicieron en sendos enormes charcos de agua, alarmadas, mientras que Kurozuchi se parecía más a la delegación de Uzushio, quien como locos trataban de ahuyentar cualquier otro insecto de sus ropas.
Para cuando la Arashikage recuperó su forma, Kusagakure había abandonado la reunión. La mujer golpeó con el puño la mesa de piedra del templo abierto, temblando violentamente.
—Espero que habléis con tanto orgullo cuando os quedéis sin electricidad, hijos de puta. Porque yo no os la voy a suministrar —murmuró Yui—. Y esa perra... esa perra se va de cabeza a mi Libro Bingo.
Yui se dio la vuelta hacia Hanabi.
»Esto es indigno. ¡Nosotros ayudamos a Kenzou a subir al poder! ¿¡Quién se ha creído esa imbécil!? Kusagakure era una aldeucha hundida en su propio estiércol antes de que echáramos una mano al viejo. Deberíamos hacer que vuelvan a sus orígenes. —Dirigió una breve mirada al suelo—. Hanabi. Nuestras aldeas siempre son más fuertes. Siempre han sido más fuertes. Volvámonos más fuertes —dijo—. Juntos. Forjemos la Alianza Tormenta-Espiral.
Para cuando la Arashikage recuperó su forma, Kusagakure había abandonado la reunión. La mujer golpeó con el puño la mesa de piedra del templo abierto, temblando violentamente.
—Espero que habléis con tanto orgullo cuando os quedéis sin electricidad, hijos de puta. Porque yo no os la voy a suministrar —murmuró Yui—. Y esa perra... esa perra se va de cabeza a mi Libro Bingo.
Yui se dio la vuelta hacia Hanabi.
»Esto es indigno. ¡Nosotros ayudamos a Kenzou a subir al poder! ¿¡Quién se ha creído esa imbécil!? Kusagakure era una aldeucha hundida en su propio estiércol antes de que echáramos una mano al viejo. Deberíamos hacer que vuelvan a sus orígenes. —Dirigió una breve mirada al suelo—. Hanabi. Nuestras aldeas siempre son más fuertes. Siempre han sido más fuertes. Volvámonos más fuertes —dijo—. Juntos. Forjemos la Alianza Tormenta-Espiral.