6/02/2020, 18:38
-Aquí tiene, buen provecho -Le dijo con gentileza, pero después, poniéndose totalmente erguido, volvió a mirarla e hizo un gesto como para quitarle importancia a lo que iba a decir -No, no creo que tanto como un lío, pero de lo que estoy casi seguro es de que te van a hacer perder el tiempo, muchacha. Mi consejo es que no le dediques demasiado, bastante tenéis que hacer ya vosotros como para prestarle atención a ese viejo mentiroso -Comentó, para luego volver a su barra, en la cual se puso a fregar algunos cacharros de los anteriores clientes.
— ¡Eshtoh ehsta dhe vihchio! — dijo sin ningún tipo de delicadeza, con comida en la boca. — Tal vez; pero la reputación de la villa quedaría mal si negásemos ayuda a cualquier necesitado...
Su tono se fue enmudeciendo, acabando la frase casi como un susurro, poco después un joven se acercó hasta ella; su cabello era de color oscuro y portaba una bandana similar a la de Ren con el mismo simbolo.
—Puedo sentarme aquí? — Ren asintió cono la cabeza, mientras continuaba devorando su plato, ya no se distinguía el hambre de la gula. —Taka Kisame, quizás nos hayamos visto alguna vez por la aldea... En fin, solo quería decirte que te quiero acompañar, la aldea quedaría en muy mal lugar si no lo hago
— ¿¡Vherdah!? — tragó lo que le quedaba y carraspeo un poco, avergonzada de lo que acababa de hacer. — Si alguien nos pide ayuda ¡es nuestro deber! Es un placer, yo me llamo Himura Ren; tal vez fuéramos a clases distintas. — finalizó con una suave carcajada.
— ¡Eshtoh ehsta dhe vihchio! — dijo sin ningún tipo de delicadeza, con comida en la boca. — Tal vez; pero la reputación de la villa quedaría mal si negásemos ayuda a cualquier necesitado...
Su tono se fue enmudeciendo, acabando la frase casi como un susurro, poco después un joven se acercó hasta ella; su cabello era de color oscuro y portaba una bandana similar a la de Ren con el mismo simbolo.
—Puedo sentarme aquí? — Ren asintió cono la cabeza, mientras continuaba devorando su plato, ya no se distinguía el hambre de la gula. —Taka Kisame, quizás nos hayamos visto alguna vez por la aldea... En fin, solo quería decirte que te quiero acompañar, la aldea quedaría en muy mal lugar si no lo hago
— ¿¡Vherdah!? — tragó lo que le quedaba y carraspeo un poco, avergonzada de lo que acababa de hacer. — Si alguien nos pide ayuda ¡es nuestro deber! Es un placer, yo me llamo Himura Ren; tal vez fuéramos a clases distintas. — finalizó con una suave carcajada.