10/02/2020, 22:44
Hanabi actuó en su habitual papel de mediador, pero a aquellas alturas Yui estaba demasiado obcecada con la forma de ser de Kintsugi y con lo que ella consideraba una osadía terrible como para prestar atención a ninguna de sus peticiones. Se limitó a responder a cada una de ellas con un gruñido, cada cual más iracundo. No obstante, respetaba a ese hombre, y agradeció su entusiasmo cuando le sugirió la Alianza Tormenta-Espiral, y más aún agradeció sus últimas palabras. Mostrándole esos dientes afilados suyos, Yui alzó la barbilla con orgullo y contestó:
—Los Hijos de la Tormenta aceptan tu palabra y te dan la suya, Sarutobi Hanabi —dijo, solemne. Luego, ensombreció el semblante y bajó de nuevo a la realidad—. Pero eres demasiado blando, joder. ¡Mira lo que ha hecho! —destacó, señalando al lugar por el que se había marchado la Morikage—. ¡Ha profanado Hokutōmori! ¡O directamente ha desconfiado de nuestro honor no creyendo que nosotros íbamos a mantenernos en la neutralidad! ¿¡Sabes lo que he tenido que controlarme para no reventarle los putos dientes a ese chucho que venía con ellos!? ¿Y todo para qué? ¿Para que me entere que tenía un as en nuestras mangas, preparada para atacarnos por si intentábamos algo? Me cago en la puta, Hanabi. Es una vacilada en toda regla. ¡Es indignante!
»Por eso nuestra primera medida debería ser prohibir a los kusajin la entrada a nuestros países. O que se atengan a las consecuencias.
—Los Hijos de la Tormenta aceptan tu palabra y te dan la suya, Sarutobi Hanabi —dijo, solemne. Luego, ensombreció el semblante y bajó de nuevo a la realidad—. Pero eres demasiado blando, joder. ¡Mira lo que ha hecho! —destacó, señalando al lugar por el que se había marchado la Morikage—. ¡Ha profanado Hokutōmori! ¡O directamente ha desconfiado de nuestro honor no creyendo que nosotros íbamos a mantenernos en la neutralidad! ¿¡Sabes lo que he tenido que controlarme para no reventarle los putos dientes a ese chucho que venía con ellos!? ¿Y todo para qué? ¿Para que me entere que tenía un as en nuestras mangas, preparada para atacarnos por si intentábamos algo? Me cago en la puta, Hanabi. Es una vacilada en toda regla. ¡Es indignante!
»Por eso nuestra primera medida debería ser prohibir a los kusajin la entrada a nuestros países. O que se atengan a las consecuencias.