11/02/2020, 01:04
Hanabi hizo un ademán con la mano, como queriendo quitar importancia a la jugarreta de Kintsugi.
—Si lo sé, Kintsugi es una novata a la que le faltan ciertos modales. Parece como si no hubiese aprendido nada de Kenzou —apostilló—. Y a mí también me jode, coño. No le dimos ni un solo motivo para desconfiar así de nosotros. Pero, ¿realmente nos merece la pena?
Negó con la cabeza.
—Cerrémosles las fronteras, y ellos harán lo mismo con nosotros. ¿Cómo enviaremos a nuestros ninjas de misión a Kaminari no Kuni, entonces? No les quedará más remedio que ir en barco. Por no hablar de los recursos que tendríamos que destinar para asegurarnos de que ningún kusajin cruza nuestras fronteras a pie o ferrocarril. Y lo peor es que algún día un kusajin cruzará, nosotros le pillaremos, y ahí empezarán los problemas. La tensión que hubo cuando lo de Zoku se quedará en nada en comparación. Y mientras Kurama riéndose a nuestra costa. ¡Porque le estaremos haciendo todo el trabajo sucio!
Eso era lo que Kurama pretendía: que se enemistasen. Que tuviesen rencillas. Que no se apoyasen entre ellos. Era el primer paso de la derrota.
—Yui, centrémonos en lo importante. Centrémonos en quienes ya nos han hecho daño. En quienes nos quieren y nos han hecho sangrar. Y si algún día Kintsugi cruza esa línea roja, bueno, entonces…
»… entonces ya puede esconderse bien, porque comprobará que el fuego puede ser más blando que la madera, pero eso no le impide reducirla a cenizas —finalizó, más bélico y ardiente de lo normal.
—Si lo sé, Kintsugi es una novata a la que le faltan ciertos modales. Parece como si no hubiese aprendido nada de Kenzou —apostilló—. Y a mí también me jode, coño. No le dimos ni un solo motivo para desconfiar así de nosotros. Pero, ¿realmente nos merece la pena?
Negó con la cabeza.
—Cerrémosles las fronteras, y ellos harán lo mismo con nosotros. ¿Cómo enviaremos a nuestros ninjas de misión a Kaminari no Kuni, entonces? No les quedará más remedio que ir en barco. Por no hablar de los recursos que tendríamos que destinar para asegurarnos de que ningún kusajin cruza nuestras fronteras a pie o ferrocarril. Y lo peor es que algún día un kusajin cruzará, nosotros le pillaremos, y ahí empezarán los problemas. La tensión que hubo cuando lo de Zoku se quedará en nada en comparación. Y mientras Kurama riéndose a nuestra costa. ¡Porque le estaremos haciendo todo el trabajo sucio!
Eso era lo que Kurama pretendía: que se enemistasen. Que tuviesen rencillas. Que no se apoyasen entre ellos. Era el primer paso de la derrota.
—Yui, centrémonos en lo importante. Centrémonos en quienes ya nos han hecho daño. En quienes nos quieren y nos han hecho sangrar. Y si algún día Kintsugi cruza esa línea roja, bueno, entonces…
»… entonces ya puede esconderse bien, porque comprobará que el fuego puede ser más blando que la madera, pero eso no le impide reducirla a cenizas —finalizó, más bélico y ardiente de lo normal.