11/02/2020, 12:09
¿Una novata? No. No era una novata a la que le faltasen modales, era la Morikage de Kusagakure. Si cuando era genin alguien le hubiera enseñado las consecuencias que podían tener las palabras de uno, ahora no habría dicho lo que dijo, las formas con las que lo dijo, ni amenazado con atacarles. No, en Amegakure aquella payasa no hubiese durado ni dos telediarios. No obstante, tuvo que callar ante el razonamiento siguiente de Hanabi, quien le recordó que limitar la entrada de los shinobi de Kusagakure en su territorio podía no interesarles para según qué asuntos propios.
—El problema, Hanabi, es que el día que Kusagakure cruce esa línea roja uno de nuestros jinchūriki estará en peligro de muerte —dijo Yui—. Es un riesgo que no podemos asumir.
—¿Piensa prohibir a Aotsuki Ayame cruzar la frontera con el Bosque? —preguntó Shanise.
—Pienso prohibírselo, pero no me va a hacer ni puto caso, como supongo que tampoco se lo hará a Hanabi el Uchiha. —Yui suspiró y se dejó caer sobre la mesa, abatida—. Cada vez estoy más cansada de todo, mierda. Joder. Hostia puta.
»¿Sabes, Hanabi? El otro día Ayame se presentó en mi aldea con un Kage Bunshin de Umikiba Kaido.
—El problema, Hanabi, es que el día que Kusagakure cruce esa línea roja uno de nuestros jinchūriki estará en peligro de muerte —dijo Yui—. Es un riesgo que no podemos asumir.
—¿Piensa prohibir a Aotsuki Ayame cruzar la frontera con el Bosque? —preguntó Shanise.
—Pienso prohibírselo, pero no me va a hacer ni puto caso, como supongo que tampoco se lo hará a Hanabi el Uchiha. —Yui suspiró y se dejó caer sobre la mesa, abatida—. Cada vez estoy más cansada de todo, mierda. Joder. Hostia puta.
»¿Sabes, Hanabi? El otro día Ayame se presentó en mi aldea con un Kage Bunshin de Umikiba Kaido.