12/02/2020, 23:36
Esta vez lo oyó alto y claro; alguien pedía auxilio en el denso bosque, no sonaba como una voz espectral, alguien necesitaba ayuda y por suerte ella estaba allí para hacer todo lo que estuviera en su mano. Corrió por una densa zona, donde grandes matorrales azotaron su piel y le hicieron cortes y pequeñas heridas.
— ¡¿HOLA?! ¡¿DONDE ESTAS?! ¿¡PUEDES OIRME!?— grito a pleno pulmón en una pequeña pausa entre sus arbustos, colocando sus manos para intentar proyectar más su voz al bosque.
Si se trataba de una broma, desde luego era una bien pesada; pero si de verdad alguien necesitaba ayuda, no podía negarla sin más, alguien podía estar en serio peligro por la lluvia. Además podía cernir la noche, y las bestias saldrían a cazar.
— ¡¿HOLA?! ¡¿DONDE ESTAS?! ¿¡PUEDES OIRME!?— grito a pleno pulmón en una pequeña pausa entre sus arbustos, colocando sus manos para intentar proyectar más su voz al bosque.
Si se trataba de una broma, desde luego era una bien pesada; pero si de verdad alguien necesitaba ayuda, no podía negarla sin más, alguien podía estar en serio peligro por la lluvia. Además podía cernir la noche, y las bestias saldrían a cazar.