13/02/2020, 20:05
— ¿Pero no es una reliquia familiar? Usarla así tal vez desgastaría el filo
Hana miró a Ren, en su cara se reflejó a la perfección la confusión que sentía. ¿Qué más daba eso ahora? Antes de empezar a gritarle que cogiese la maldita espada y cortase las malditas plantas, Hana intentó comprender su punto de vista. Para ella, que quería ser una maestra de la espada, una katana debía ser algo especial, ya que aún ni siquiera tenía una de verdad.
Respiró hondo.
— Ren, no te preocupes, conozco a un herrero que podrá reparar la katana si le pasa cualquier cosa. — hizo una breve pausa — Ahora, ¿me ayudas? El agua está empezando a calar, tengo frio, me duelen las dos piernas y quiero salir del barrizal, por favor.
Había intentado no sonar demasiado tajante, no lo había conseguido. Había sido un día duro, muy duro, y que Ren pusiese el bienestar de un trozo de metal por encima del suyo, le había dolido. Aún así, diría que se había contenido bastante. Lo peor es que la había visto mirando la Kodachi y después su pierna atrapada, planteándose si había otra forma, la muy gilipollas.
Definitivamente, se había puesto de mal humor. Seguro que con rescatar la katana hubiese sido feliz.
Hana miró a Ren, en su cara se reflejó a la perfección la confusión que sentía. ¿Qué más daba eso ahora? Antes de empezar a gritarle que cogiese la maldita espada y cortase las malditas plantas, Hana intentó comprender su punto de vista. Para ella, que quería ser una maestra de la espada, una katana debía ser algo especial, ya que aún ni siquiera tenía una de verdad.
Respiró hondo.
— Ren, no te preocupes, conozco a un herrero que podrá reparar la katana si le pasa cualquier cosa. — hizo una breve pausa — Ahora, ¿me ayudas? El agua está empezando a calar, tengo frio, me duelen las dos piernas y quiero salir del barrizal, por favor.
Había intentado no sonar demasiado tajante, no lo había conseguido. Había sido un día duro, muy duro, y que Ren pusiese el bienestar de un trozo de metal por encima del suyo, le había dolido. Aún así, diría que se había contenido bastante. Lo peor es que la había visto mirando la Kodachi y después su pierna atrapada, planteándose si había otra forma, la muy gilipollas.
Definitivamente, se había puesto de mal humor. Seguro que con rescatar la katana hubiese sido feliz.