13/02/2020, 20:58
Yui dio otro puñetazo en la mesa. Shanise y Kurozuchi dieron un bote en el sitio de nuevo.
—¡Eso es, coño! ¡Eso es, Hanabi! ¡Me gusta como hablas, ahora sí, joder! —bramó, luego dio una risotada y puso una cara algo confundida—. Un momento.
»Hostia puta, ¡el Torneo de los Dojos! ¿¡Cómo vamos a celebrarlo con Kusagakure como está!?
—Desgraciadamente, no deberíamos... —Shanise suspiró.
—¿Desgraciadamente por qué? No se hace y ya está.
—Quizás tu hermano lo entendería. ¿Pero y el resto de Señores Feudales? Recuerda que ya hablamos esto cuando estábamos... en peores términos con Uzushiogakure. El Torneo tendrá que celebrarse, o les contrariaremos.
Yui chasqueó la lengua.
—O quizás hasta mi hermano me discutiría, el tocapelotas de los cojones —masculló, apoyando el codo en la mesa y la cabeza en la mano—. Por joder, es capaz de decirme con rintintín que si no le recuerdo yo siempre que hay que ser valiente y no se qué. Este Jinza... ya sabes que las decisiones importantes las tomamos juntos, pero él es el Señor Feudal, si le da por algo...
Hanabi conocía al hermano de Yui, el Señor Feudal, pero Jinza era sólo un apodo cariñoso de su hermana. Su nombre completo era Amekoro Jinzaemon. Reservado, pocas veces había abandonado los muros de Shinogi-To para reunirse con otros señores en eventos como el Torneo de los Dojos. Pero obviamente, como Rasen, su propio Daimyō, era de un interés económico enorme que al menos los Señores Feudales de otros países sin villa se fijasen en el poderío de sus ninjas.
—¡Eso es, coño! ¡Eso es, Hanabi! ¡Me gusta como hablas, ahora sí, joder! —bramó, luego dio una risotada y puso una cara algo confundida—. Un momento.
»Hostia puta, ¡el Torneo de los Dojos! ¿¡Cómo vamos a celebrarlo con Kusagakure como está!?
—Desgraciadamente, no deberíamos... —Shanise suspiró.
—¿Desgraciadamente por qué? No se hace y ya está.
—Quizás tu hermano lo entendería. ¿Pero y el resto de Señores Feudales? Recuerda que ya hablamos esto cuando estábamos... en peores términos con Uzushiogakure. El Torneo tendrá que celebrarse, o les contrariaremos.
Yui chasqueó la lengua.
—O quizás hasta mi hermano me discutiría, el tocapelotas de los cojones —masculló, apoyando el codo en la mesa y la cabeza en la mano—. Por joder, es capaz de decirme con rintintín que si no le recuerdo yo siempre que hay que ser valiente y no se qué. Este Jinza... ya sabes que las decisiones importantes las tomamos juntos, pero él es el Señor Feudal, si le da por algo...
Hanabi conocía al hermano de Yui, el Señor Feudal, pero Jinza era sólo un apodo cariñoso de su hermana. Su nombre completo era Amekoro Jinzaemon. Reservado, pocas veces había abandonado los muros de Shinogi-To para reunirse con otros señores en eventos como el Torneo de los Dojos. Pero obviamente, como Rasen, su propio Daimyō, era de un interés económico enorme que al menos los Señores Feudales de otros países sin villa se fijasen en el poderío de sus ninjas.