Entre montañas

[Himura Hana]

— Estoy bien, no te preocupes; cuando me canse pensaremos en otra cosa ¿vale?

— Vale.

Hana pensaba que Ren tendría más o menos la misma fuerza que ella y apenas conseguiría levantarla. Nada más lejos de la realidad. Tampoco es que la levantase como si fuese papel, pero lo hizo sin ningún problema.

— ¿Has estado entrenando o siempre has sido tan fuerte? — le preguntó con la boca prácticamente en su oído.

Lo cierto era que Ren lo estaba sobrellevando con tanta calma que Hana no pudo evitar contagiarse. No podía caminar ¿y qué? Ahí estaba Ren para llevarla. Desde que se había soltado, el dolor había ido remitiendo hasta desaparecer y el frío era casi inexistente con su cuerpo pegado al de la amejin.

— Uuuhmm... ¿Por donde quedará Notsuba?

Menos mal que una de las dos pensaba, porque Hana no se acordaba ni de Notsuba ni de nada que no fuese el suave aroma que emitía su acompañante.

— Eh... Yo me he caído saliendo, así que solo tenemos que desandar lo andado yendo en dirección contraria. Que es lo que estamos haciendo ¿no?

Diría que sí, pero no con mucha seguridad. Sería el golpe que se había dado, porque estaba más distraída que de costumbre.