15/02/2020, 18:14
— Oh ¿de verdad? Por mi encantada entonces — dijo alegremente. — Aunque prefiero acompañarte hasta donde sea posible, yo tampoco es que me oriente muy bien, y no me gustaría que te volvieras a hacer daño.
Además, estaba empezando a desarrollar cierto gusto por las locomotoras; el traqueteo por las extensas vías y las vistas, le resultaban casi tan apacible como los vagones dispuestos para los pasajeros. En su viaje de ida hasta Notsuba, ya estaba pensando en hacer un viaje lo más largo que se le ocurriera y así ver incluso aún más lugares curiosos.
Además, estaba empezando a desarrollar cierto gusto por las locomotoras; el traqueteo por las extensas vías y las vistas, le resultaban casi tan apacible como los vagones dispuestos para los pasajeros. En su viaje de ida hasta Notsuba, ya estaba pensando en hacer un viaje lo más largo que se le ocurriera y así ver incluso aún más lugares curiosos.