15/02/2020, 19:15
"Bajar por la calle. Todo derecho. Seguir el camino aunque serpentee. El botellón." Ranko tomó nota mental de todo.
Karamaru ya se había adelantado, así que le tocó a la kunoichi acelerar para alcanzarlo. No le costó pasar por su lado, y rápidamente avanzaron por la calle.
Sin embargo, el obstáculo principal fue la gente, pues fue prácticamente imposible pasar sin golpear a alguien en el hombro, o tropezar con la muchedumbre. Ranko repartía tímidos "Di-Disculpe" a cada empujón que daba. El tiempo se acababa y, si tardaban más, El botellón los abandonaría.
"Ya sé. ¡Subiré a los edificios para ver mejor!"
Mas apenas pensarlo, arribaron a un área amplia sin lugar alguno para encaramarse. Decepcionada, sintió que no podía detenerse, o moriría aplastada por los transeúntes y las carretas.
"Eso es. Necesito más altura. Respira, Ranko, respira. ¡Es por el bien del pueblo de Yamato!"
—¡L-LO SIENTO! —lanzó al aire, aunque era poco probable que su voz superase el bullicio. Luego dio un fuerte salto y se asió del costado de una de las carretas.
—¿Pero qué…? —comenzó el conductor, pero Ranko sólo estuvo sobre la carreta por un segundo.
—¡P-PERDÓN! —dio un fuerte salto más y aterrizó encima de un carromato que pasaba a unos metros.
—¿Qué diantres crees que haces, niña? —le gritó el conductor, pero la de la trenza repitió su acción una vez más.
—¡DI-DISCULPE!
A cada salto, Ranko miraba hacia el final de la calle, hacia la salida de Notsuba, buscando aquel carruaje verde. Esperaba verlo a tiempo.
Karamaru ya se había adelantado, así que le tocó a la kunoichi acelerar para alcanzarlo. No le costó pasar por su lado, y rápidamente avanzaron por la calle.
Sin embargo, el obstáculo principal fue la gente, pues fue prácticamente imposible pasar sin golpear a alguien en el hombro, o tropezar con la muchedumbre. Ranko repartía tímidos "Di-Disculpe" a cada empujón que daba. El tiempo se acababa y, si tardaban más, El botellón los abandonaría.
"Ya sé. ¡Subiré a los edificios para ver mejor!"
Mas apenas pensarlo, arribaron a un área amplia sin lugar alguno para encaramarse. Decepcionada, sintió que no podía detenerse, o moriría aplastada por los transeúntes y las carretas.
"Eso es. Necesito más altura. Respira, Ranko, respira. ¡Es por el bien del pueblo de Yamato!"
—¡L-LO SIENTO! —lanzó al aire, aunque era poco probable que su voz superase el bullicio. Luego dio un fuerte salto y se asió del costado de una de las carretas.
—¿Pero qué…? —comenzó el conductor, pero Ranko sólo estuvo sobre la carreta por un segundo.
—¡P-PERDÓN! —dio un fuerte salto más y aterrizó encima de un carromato que pasaba a unos metros.
—¿Qué diantres crees que haces, niña? —le gritó el conductor, pero la de la trenza repitió su acción una vez más.
—¡DI-DISCULPE!
A cada salto, Ranko miraba hacia el final de la calle, hacia la salida de Notsuba, buscando aquel carruaje verde. Esperaba verlo a tiempo.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)