16/02/2020, 18:19
Hanabi rio, completamente convencido de que lo que Yui decía no era una exageración, sino la más pura verdad.
—No lo dudo, Yui. No lo dudo. —Aunque eso no era exactamente lo que había pasado—. Aunque no, no es que me atacase. Verás, Datsue y yo estábamos teniendo un combate. Nos habíamos prometido hacía tiempo un duelo, así que un día, de esos en los que el papeleo me dio un respiro, yo… Bueno, decidí salir de la villa en una pequeña aventurilla.
—Más bien te fugaste de la villa sin decir nada a nadie —apostilló Katsudon.
Hanabi esbozó una sonrisa de circunstancias.
—Pues sí, no puedo negarlo. Y, eh, ¡no veas que bien me sentó! Ah, ¡te recomiendo hacer lo mismo al menos una vez al año, Yui! ¡No veas la de estrés que me quitó de encima!
Si no fuese porque después se encontró a un General, y descubrió que los bijūs estaban colaborando con ellos, y que Ayame había “liberado” a Kokuō... Ah, no, la verdad es que no se había quitado mucho estrés, no.
—Total, que yo me vine muy arriba y quedé exhausto por el gasto de chakra. Cuando recobro el conocimiento, Datsue me está llevando en volandas por el cielo, con esa forma bestializada, ¡y un puto General tratando de hacernos polvo! —No era de sus recuerdos más felices—. Honestamente, si no fuese porque Ayame y Daruu acudieron en nuestra ayuda, creo que me hubiesen hecho papilla.
—No lo dudo, Yui. No lo dudo. —Aunque eso no era exactamente lo que había pasado—. Aunque no, no es que me atacase. Verás, Datsue y yo estábamos teniendo un combate. Nos habíamos prometido hacía tiempo un duelo, así que un día, de esos en los que el papeleo me dio un respiro, yo… Bueno, decidí salir de la villa en una pequeña aventurilla.
—Más bien te fugaste de la villa sin decir nada a nadie —apostilló Katsudon.
Hanabi esbozó una sonrisa de circunstancias.
—Pues sí, no puedo negarlo. Y, eh, ¡no veas que bien me sentó! Ah, ¡te recomiendo hacer lo mismo al menos una vez al año, Yui! ¡No veas la de estrés que me quitó de encima!
Si no fuese porque después se encontró a un General, y descubrió que los bijūs estaban colaborando con ellos, y que Ayame había “liberado” a Kokuō... Ah, no, la verdad es que no se había quitado mucho estrés, no.
—Total, que yo me vine muy arriba y quedé exhausto por el gasto de chakra. Cuando recobro el conocimiento, Datsue me está llevando en volandas por el cielo, con esa forma bestializada, ¡y un puto General tratando de hacernos polvo! —No era de sus recuerdos más felices—. Honestamente, si no fuese porque Ayame y Daruu acudieron en nuestra ayuda, creo que me hubiesen hecho papilla.