17/02/2020, 12:14
—¡Eh! ¡Eh! Es en Tanzaku Gai, en otoño. Seguramente vaya este año también pero no puedo prometerte llevarte conmigo. Tengo mis propios planes.
Seguramente no fuese la intención de la Jounin, pero Hana había escuchado que había una posibilidad, bastante real, de que su sensei quisiese llevarla con ella a su encuentro anual de cantantes con Aotsuki Ayame en un concurso musical. Si conseguía que Ren se juntase, serían cuatro. Eso era oficialmente una banda de música. Podían llevar indumentarias a juego e incluso hacer un baile coordinado.
Las posibilidades estaban a punto de hacer que el cerebro se le fundiera. Lo poco que recordaba de la jinchuriki de Ame era su palidez y su pelo negro, Hana empezaba a ver un patrón en los habitantes de la Lluvia. Algo había que hacer para que tanto Ayame como Ren destacasen, porque estaba claro que ella y Eri ya tenían el trabajo hecho.
Espera, ¿y si Ren destacaba demasiado? ¿Y si se hacía famosa? No, no, no. Cancelar el plan. Abortar misión.
Hana volvió a la realidad, donde alguien había plantado un vaso con algo gelatinoso dentro. Miró a su sensei, confusa.
— ¿Y esto? — se había quedado un poco absorta en sus pensamientos, donde ahora forzaba los pensamientos de bailes coreografiados al fondo, justo al lado del Shurikenjutsu o los unicornios panda.
Seguramente no fuese la intención de la Jounin, pero Hana había escuchado que había una posibilidad, bastante real, de que su sensei quisiese llevarla con ella a su encuentro anual de cantantes con Aotsuki Ayame en un concurso musical. Si conseguía que Ren se juntase, serían cuatro. Eso era oficialmente una banda de música. Podían llevar indumentarias a juego e incluso hacer un baile coordinado.
Las posibilidades estaban a punto de hacer que el cerebro se le fundiera. Lo poco que recordaba de la jinchuriki de Ame era su palidez y su pelo negro, Hana empezaba a ver un patrón en los habitantes de la Lluvia. Algo había que hacer para que tanto Ayame como Ren destacasen, porque estaba claro que ella y Eri ya tenían el trabajo hecho.
Espera, ¿y si Ren destacaba demasiado? ¿Y si se hacía famosa? No, no, no. Cancelar el plan. Abortar misión.
Hana volvió a la realidad, donde alguien había plantado un vaso con algo gelatinoso dentro. Miró a su sensei, confusa.
— ¿Y esto? — se había quedado un poco absorta en sus pensamientos, donde ahora forzaba los pensamientos de bailes coreografiados al fondo, justo al lado del Shurikenjutsu o los unicornios panda.