17/02/2020, 17:17
Cuando Akame realizó su particular obra de teatro, una que en otros tiempos haría sentir orgulloso a su antiguo Hermano, atrajo la mirada de todos, y, a su vez, hizo que él viese otra cosa. Sus ojos, imbuidos por el poder de su sangre, captaron algo. Fue poca cosa, pues el kasa no solo ocultaba su mirada del resto, sino que también le limitaba a él. Pero sí lo suficiente. Sí para ver lo que se escondía tras la niebla. Y eso no era más que…
…chakra. La niebla estaba cargada de diferentes tonalidades de chakra carmesí. Toda ella. Por todas partes.
—Pero a ver, chaval. ¿No te estarás haciendo caquita? —Fue lo último que llegó a decir. Antes, al menos, de ver cierto dedo juguetón que señalaba una tripa. Entonces oyó un sonido que conocía demasiado bien. Y luego, distinguió unas sombras entre la niebla—. Qué cojones… No estaban aquí, ¡estaban fuera del Lumen!
Higari se alarmó, retrayendo las esposas.
—¡Avisa a los Escuadrones cercanos, y que estén preparados para un posible Código Rojo! —rugió, al guardia de la caseta—. ¡Higari, conmigo!
Higari trató de realizar un grito de guerra que apenas le quedó en gruñido, y siguió a su Capitana de bruces contra la niebla, fuera del camino iluminado por las farolas. De bruces contra la nada.
En apenas un suspiro, Kakita Bendō y Kincho se habían quedado solos. Únicamente había un guardia para vigilarles, una familia asustada al lado, y Money y Otohime todavía desaparecidos junto a aquellos dos guardias. ¿Qué harían ahora?
…chakra. La niebla estaba cargada de diferentes tonalidades de chakra carmesí. Toda ella. Por todas partes.
—Pero a ver, chaval. ¿No te estarás haciendo caquita? —Fue lo último que llegó a decir. Antes, al menos, de ver cierto dedo juguetón que señalaba una tripa. Entonces oyó un sonido que conocía demasiado bien. Y luego, distinguió unas sombras entre la niebla—. Qué cojones… No estaban aquí, ¡estaban fuera del Lumen!
Higari se alarmó, retrayendo las esposas.
—¡Avisa a los Escuadrones cercanos, y que estén preparados para un posible Código Rojo! —rugió, al guardia de la caseta—. ¡Higari, conmigo!
Higari trató de realizar un grito de guerra que apenas le quedó en gruñido, y siguió a su Capitana de bruces contra la niebla, fuera del camino iluminado por las farolas. De bruces contra la nada.
En apenas un suspiro, Kakita Bendō y Kincho se habían quedado solos. Únicamente había un guardia para vigilarles, una familia asustada al lado, y Money y Otohime todavía desaparecidos junto a aquellos dos guardias. ¿Qué harían ahora?
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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