18/02/2020, 20:01
«¡Sí, sí, SÍ!»
¡La táctica le había salido a pedir de boca! Ahora la jefa del pez globo y el tal Higari habían desaparecido de la escena, y sólo quedaba el guardia de la caseta. Akame puso rápidamente los acontecimientos y la información en orden, tratando de dilucidar qué era lo que estaba pasando en el retén. Por una parte, había sido el guardia de la caseta el que le había indicado a los Protectores del Muelle que había algunos sospechosos entre los que intentaban cruzar; es decir, que no podían identificarlos por ellos mismos. Además, aquella niebla cargada de chakra era claramente un Ninjutsu. Pero el guardia de la caseta se había llevado la mano al oído, incluso sorprendido la segunda vez, antes de comunicar las órdenes a los Protectores...
«Eso significa que no es él el que ha detectado que hay algo malo. Hay alguien más por aquí... ¿Un ninja sensor?» La teoría tenía sentido. «Y esta niebla es artificial, claramente. ¿Tendrá algo que ver con el retén? La tipa esa dijo "estaban fuera del Lumen". ¿Es alguna clase de técnica que detecta intrusos?»
No había mucho más tiempo para pensar. Kakita Bendō se levantó como un rayo, mágicamente curado de sus problemas de estómago. Alzó la vista hacia la garita y vio al guardia, probablemente apunto de dar la alarma. Con rapidez sacó un kunai de su manga derecha y se lo arrojó directamente a la cara —ligeramente ladeado, para no impactarle—, buscando que el tipo tuviera que prestarle atención a él... Y a sus ojos.
Akame se volteó hacia su compañero.
—Tenemos poco tiempo, este tío despertará en breves —anunció—. Deberíamos mandar a un Kage Bunshin a explorar hacia delante y volver nosotros a por Otohime y Money.
¡La táctica le había salido a pedir de boca! Ahora la jefa del pez globo y el tal Higari habían desaparecido de la escena, y sólo quedaba el guardia de la caseta. Akame puso rápidamente los acontecimientos y la información en orden, tratando de dilucidar qué era lo que estaba pasando en el retén. Por una parte, había sido el guardia de la caseta el que le había indicado a los Protectores del Muelle que había algunos sospechosos entre los que intentaban cruzar; es decir, que no podían identificarlos por ellos mismos. Además, aquella niebla cargada de chakra era claramente un Ninjutsu. Pero el guardia de la caseta se había llevado la mano al oído, incluso sorprendido la segunda vez, antes de comunicar las órdenes a los Protectores...
«Eso significa que no es él el que ha detectado que hay algo malo. Hay alguien más por aquí... ¿Un ninja sensor?» La teoría tenía sentido. «Y esta niebla es artificial, claramente. ¿Tendrá algo que ver con el retén? La tipa esa dijo "estaban fuera del Lumen". ¿Es alguna clase de técnica que detecta intrusos?»
No había mucho más tiempo para pensar. Kakita Bendō se levantó como un rayo, mágicamente curado de sus problemas de estómago. Alzó la vista hacia la garita y vio al guardia, probablemente apunto de dar la alarma. Con rapidez sacó un kunai de su manga derecha y se lo arrojó directamente a la cara —ligeramente ladeado, para no impactarle—, buscando que el tipo tuviera que prestarle atención a él... Y a sus ojos.
«El guardia vería una misteriosa figura emerger de entre la niebla para asesinar con sendos tajos, limpios y profesionales, a Kakita Bendō y a Kincho, cuyos cuerpos inertes cayeron al suelo con la garganta rajada. El shinobi, embutido enteramente en un traje blanco que no dejaba ver sus facciones y con una placa con el símbolo de Uzushiogakure en ella, desaparecería tal y como había llegado.
Entonces, aquel desafortunado tipo notaría un golpetazo en la base del cráneo que le dejaría totalmente inconsciente.»
Entonces, aquel desafortunado tipo notaría un golpetazo en la base del cráneo que le dejaría totalmente inconsciente.»
Akame se volteó hacia su compañero.
—Tenemos poco tiempo, este tío despertará en breves —anunció—. Deberíamos mandar a un Kage Bunshin a explorar hacia delante y volver nosotros a por Otohime y Money.