18/02/2020, 23:17
(Última modificación: 18/02/2020, 23:19 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
—¿¡¡CÓOOOMMMMOOOOOOOOOOO!!?
Ayame tuvo que taparse los oídos con un alarido de dolor ante los berridos de sus dos compañeros. Lo había esperado. Había esperado una reacción similar. Pero aún así nada podría haberla preparado para ello.
—¿Qué le contaste a Yui lo de Kokuō y no te voló instantáneamente la cabeza? —preguntó el Uchiha, y Ayame no pudo menos que torcer la boca en una mueca escéptica.
—Eh... Más o menos... —Porque algún mueble sí que estuvo a punto de comerse. Y algún libro. El de Fundamentos del Chakra Natural, para ser más exactos.
—Joder, eso es… Qué coño, ¡es maravilloso! Oye, no sería ninguna otra persona hengeándose en ella, ¿no? —bromeó. O eso supuso la pobre kunoichi.
—N... no, era ella. De verdad de la buena —aseguró.
—Pues bienvenida al grupo, Ayame —añadió el Uchiha—. La responsabilidad que trae la placa es un poco putada, pero poder dar órdenes a genins con demasiadas ínfulas no tiene precio. Yui aceptando a Kokuō, me cago en todo, ¡eso sí que no me lo esperaba!
—G... gracias... supongo...
Pero Daruu, que hasta el momento se había mantenido como una estatua de sal en su sitio, abriendo y cerrando la boca, parecía que acababa de salir de su catarsis.
—Pero Ayame... ¡p-pero Ayame! —balbuceó torpemente—. ¡PERO AYAME! ¡PERO AYAME!
—¡¿Qué?! ¡¿Pero Ayame qué?! —respondió ella, abrumada—. ¿No querías que le contara la verdad? ¡No podía seguir guardándolo, sabía perfectamente que le estaba ocultando algo desde que reportamos lo del General! ¡Me puso la placa frente a las narices! Si la hubiese cogido sin decir nada y más tarde se hubiese enterado de la verdad habría sido mucho peor. ¡Y ni te cuento si hubiese rechazado cogerla! ¡Prácticamente me arrinconó para que se lo contara!
Ayame tuvo que taparse los oídos con un alarido de dolor ante los berridos de sus dos compañeros. Lo había esperado. Había esperado una reacción similar. Pero aún así nada podría haberla preparado para ello.
—¿Qué le contaste a Yui lo de Kokuō y no te voló instantáneamente la cabeza? —preguntó el Uchiha, y Ayame no pudo menos que torcer la boca en una mueca escéptica.
—Eh... Más o menos... —Porque algún mueble sí que estuvo a punto de comerse. Y algún libro. El de Fundamentos del Chakra Natural, para ser más exactos.
—Joder, eso es… Qué coño, ¡es maravilloso! Oye, no sería ninguna otra persona hengeándose en ella, ¿no? —bromeó. O eso supuso la pobre kunoichi.
—N... no, era ella. De verdad de la buena —aseguró.
—Pues bienvenida al grupo, Ayame —añadió el Uchiha—. La responsabilidad que trae la placa es un poco putada, pero poder dar órdenes a genins con demasiadas ínfulas no tiene precio. Yui aceptando a Kokuō, me cago en todo, ¡eso sí que no me lo esperaba!
—G... gracias... supongo...
Pero Daruu, que hasta el momento se había mantenido como una estatua de sal en su sitio, abriendo y cerrando la boca, parecía que acababa de salir de su catarsis.
—Pero Ayame... ¡p-pero Ayame! —balbuceó torpemente—. ¡PERO AYAME! ¡PERO AYAME!
—¡¿Qué?! ¡¿Pero Ayame qué?! —respondió ella, abrumada—. ¿No querías que le contara la verdad? ¡No podía seguir guardándolo, sabía perfectamente que le estaba ocultando algo desde que reportamos lo del General! ¡Me puso la placa frente a las narices! Si la hubiese cogido sin decir nada y más tarde se hubiese enterado de la verdad habría sido mucho peor. ¡Y ni te cuento si hubiese rechazado cogerla! ¡Prácticamente me arrinconó para que se lo contara!