19/02/2020, 16:59
— Con la excusa de que es bueno para saber utilizar mejor la espada; me obliga a cortar las cebollas para el local. Porque el muy cabrón odia que le hagan llorar. — dijo incorporándose con el ceño fruncido. — Oh si, lleva un pequeño restaurante. No es que tenga problemas de clientela, pero pasado equis semanas, cambia el nombre y el cartel porque dice que no le convence.
Se llevó una mano a la cara, recordando como casi rompe todas las cristaleras la última vez que hizo un cambio.
— Ahora mismo se llama "El dragón Azul de la Lluvia". Y tiene un dragón de estos sin alas que parecen serpientes, con grandes bigotes. — extendió las manos intentando imitar una longitud a la que ni por asomo se acercaba, después puso una cara de asco y terminó la frase casi susurrando. — La verdad es que es bastante feo ahora que lo pienso.
Se llevó una mano a la cara, recordando como casi rompe todas las cristaleras la última vez que hizo un cambio.
— Ahora mismo se llama "El dragón Azul de la Lluvia". Y tiene un dragón de estos sin alas que parecen serpientes, con grandes bigotes. — extendió las manos intentando imitar una longitud a la que ni por asomo se acercaba, después puso una cara de asco y terminó la frase casi susurrando. — La verdad es que es bastante feo ahora que lo pienso.