20/02/2020, 19:42
Junko notó el tacto duro de la madera ofreciendo resistencia en su espinilla, y eso la hizo sonreír. No recordaba la última vez que había combatido y, aunque Takumi se trataba de un simple genin —su alumno, para más señas— al que la chūnin no planeaba apalizar de forma abusona, se sentía bien volver al ruedo. Estaba lejos de su pico de forma y de hecho dudaba que pudiera volver a llegar a ser tan fuerte como antes de lo sucedido durante la Revuelta de Zoku... Pero, para Junko, la vida se trataba de saber aprovechar las pequeñas alegrías. Y ella lo intentaba con todas sus fuerzas.
—¡Bien! ¿Intentando atacarme por mi flanco débil, eh? —exclamó, jubilosa, cuando vio a aquella marioneta tratar de rodearla por el costado izquierdo—. ¡KYYYA!
Con aquel peculiar grito de guerra, Junko se agachó rápidamente para dejar que las cuchillas del constructo pasaran sobre su coronilla, rasgándole apenas un par de hebras de pelo. Luego se incorporó, aprovechando el impulso para sacudirle otra patada a la marioneta, mandándola un par de metros más allá y haciendo saltar astillas.
—¡Alehop!
Takumi apenas fue capaz de captar el veloz movimiento de su único brazo, que restalló en su dirección como un látigo, mandando a volar aquel afilado kunai directo hacia el joven genin.
—¡Bien! ¿Intentando atacarme por mi flanco débil, eh? —exclamó, jubilosa, cuando vio a aquella marioneta tratar de rodearla por el costado izquierdo—. ¡KYYYA!
Con aquel peculiar grito de guerra, Junko se agachó rápidamente para dejar que las cuchillas del constructo pasaran sobre su coronilla, rasgándole apenas un par de hebras de pelo. Luego se incorporó, aprovechando el impulso para sacudirle otra patada a la marioneta, mandándola un par de metros más allá y haciendo saltar astillas.
—¡Alehop!
Takumi apenas fue capaz de captar el veloz movimiento de su único brazo, que restalló en su dirección como un látigo, mandando a volar aquel afilado kunai directo hacia el joven genin.