21/02/2020, 03:52
Entonces, algo sucedió. Kaido nunca podría haber adivinado por donde iban los tiros, pero desde luego que creía que el plan de Akame iba a resultar. Cuando vio a los dos esbirros con el tatuaje virar en dirección hacia la espesa niebla, y perderse tras lo que ahora suponían era la amenaza real. Lástima que no supieran que separar la realidad de la ficción es una tarea increíblemente difícil cuando se le ha visto a un Uchiha a los ojos.
Habiendo esquivado el primer contratiempo, ahora quedaba el guardia de la caseta. Al que además, le habían pedido que diera una alerta máxima al resto de los escuadrones. Y eso, desde luego, no les iba a beneficiar en lo absoluto. Y mucho menos cuando Higari y la otra protectora volvieran de su pequeña expedición sabiendo que le habían engañado. Así que Akame se ocupó de nuevo con un rápido movimiento de mano, llamando la atención del guardia y usando sus dotes visuales para dejarlo a merced de los Ryūto.
—Tenemos poco tiempo, este tío despertará en breves —anunció—. Deberíamos mandar a un Kage Bunshin a explorar hacia delante y volver nosotros a por Otohime y Money.
Kaido asintió, pero antes...
—¡Bien, señores, aquí no ha pasado nada! —dijo Kincho a la familia que les acompañaba, con un tono de voz para nada pasivo y con sus facciones reflejando una ira poderosa y contenida, digna de todos los hijos de amenokami—. ahora vais a dar la vuelta y volvéis derechito por donde habéis venido, ¿está claro?... Y ay de ustedes como me entere de que no habéis acatado mis demandas al pie de la letra. ¡Venga, vamos, fuera de aquí! ¡y ni una palabra de ésto a nadie!
Habiendo esquivado el primer contratiempo, ahora quedaba el guardia de la caseta. Al que además, le habían pedido que diera una alerta máxima al resto de los escuadrones. Y eso, desde luego, no les iba a beneficiar en lo absoluto. Y mucho menos cuando Higari y la otra protectora volvieran de su pequeña expedición sabiendo que le habían engañado. Así que Akame se ocupó de nuevo con un rápido movimiento de mano, llamando la atención del guardia y usando sus dotes visuales para dejarlo a merced de los Ryūto.
—Tenemos poco tiempo, este tío despertará en breves —anunció—. Deberíamos mandar a un Kage Bunshin a explorar hacia delante y volver nosotros a por Otohime y Money.
Kaido asintió, pero antes...
—¡Bien, señores, aquí no ha pasado nada! —dijo Kincho a la familia que les acompañaba, con un tono de voz para nada pasivo y con sus facciones reflejando una ira poderosa y contenida, digna de todos los hijos de amenokami—. ahora vais a dar la vuelta y volvéis derechito por donde habéis venido, ¿está claro?... Y ay de ustedes como me entere de que no habéis acatado mis demandas al pie de la letra. ¡Venga, vamos, fuera de aquí! ¡y ni una palabra de ésto a nadie!
Carisma 90 a efectos de Intimidación