21/02/2020, 12:21
—Bueno, por hoy ya está.
Hana no dijo nada, cogió los dos libros y marchó hacia la puerta. Una vez allí, se paró en seco, volviendose para ver a la Jounin que era su sensei. Puede que no se entendiesen, pero le alegraba saber que no tenía intención de abandonar, sino de presionarla hasta que fuese una buena kunoichi. Y aunque discutiesen, la estaba ayudando a mejorar.
Hizo una breve reverencia antes de ofrecerle una sonrisa sincera.
— Gracias por todo, Eri-sensei. — después atravesó el umbral de la puerta. — ¡Espero que nos veamos pronto!
Cerró la puerta por fuera y se quedó unos segundos digiriendo todo lo que había pasado ese día. Lo cierto era que las cosas malas habían superado las buenas. Eri se había hecho daño, Hana había tenido que sobrevivir a una visita al hospital, había llorado dos veces delante de su sensei, la había regañado cinco o seis veces en total y aún así, Hana estaba contenta.
Se fue con una sonrisa tonta y dos libros que estudiar.
Hana no dijo nada, cogió los dos libros y marchó hacia la puerta. Una vez allí, se paró en seco, volviendose para ver a la Jounin que era su sensei. Puede que no se entendiesen, pero le alegraba saber que no tenía intención de abandonar, sino de presionarla hasta que fuese una buena kunoichi. Y aunque discutiesen, la estaba ayudando a mejorar.
Hizo una breve reverencia antes de ofrecerle una sonrisa sincera.
— Gracias por todo, Eri-sensei. — después atravesó el umbral de la puerta. — ¡Espero que nos veamos pronto!
Cerró la puerta por fuera y se quedó unos segundos digiriendo todo lo que había pasado ese día. Lo cierto era que las cosas malas habían superado las buenas. Eri se había hecho daño, Hana había tenido que sobrevivir a una visita al hospital, había llorado dos veces delante de su sensei, la había regañado cinco o seis veces en total y aún así, Hana estaba contenta.
Se fue con una sonrisa tonta y dos libros que estudiar.