25/02/2020, 02:46
Observó como se acercaba, nervioso. Quiso hacerle caso a Karamaru pero... A pesar de que no solía creerse las cosas con facilidad, para él era muy evidente desde hacía un rato que había sido aquel chico, solo esperaba no llevarse un chasco y descubrir que no. Lo estudió con la mirada lentamente observandole. Ni siquiera podía mirarles a la cara, eso es bueno, confirmaba lo que pensaba en parte. Tomó asiento y les saludó con educación, pero utilizando un honorífico que no le gustaba demasiado, sobre todo viniendo de un civil.
-Cuéntanos, ¿como ves a la señora estos días? Tus compañeros estaban bastante preocupados por su malestar, entiendo que tu también... Así que lo fácil para todos es que colabores... -Dejó caer aquellas palabras como pesadas vigas metálicas sobre sus hombros, para comprobar su reacción.
Si realmente era él, o bien tenía una voluntad de hierro o simplemente se pondría mas nervioso, o quizás no supiera qué contestar. Quería jugar un poco con él para que confesase él mismo sin necesidad de recurrir a comprobaciones posteriores. No se le daba demasiado bien hablar ni intimidar, pero la situación se inclinaba en su favor y aprovecharía esa oportunidad sin dudarlo, quería exprimirle hasta la última gota. La idea de interrogar a los trabajadores había sido un gran acierto, seguramente de otra forma no habrían podido resolverlo de forma tan sencilla.
-Cuéntanos, ¿como ves a la señora estos días? Tus compañeros estaban bastante preocupados por su malestar, entiendo que tu también... Así que lo fácil para todos es que colabores... -Dejó caer aquellas palabras como pesadas vigas metálicas sobre sus hombros, para comprobar su reacción.
Si realmente era él, o bien tenía una voluntad de hierro o simplemente se pondría mas nervioso, o quizás no supiera qué contestar. Quería jugar un poco con él para que confesase él mismo sin necesidad de recurrir a comprobaciones posteriores. No se le daba demasiado bien hablar ni intimidar, pero la situación se inclinaba en su favor y aprovecharía esa oportunidad sin dudarlo, quería exprimirle hasta la última gota. La idea de interrogar a los trabajadores había sido un gran acierto, seguramente de otra forma no habrían podido resolverlo de forma tan sencilla.