26/02/2020, 13:24
— No te preocupes, pide lo que quieras. Y no tienes que excusarte, te pones muy adorable cuando te ruborizas, con eso me contento. — le soltó Hana con una sonrisa, apoyando los codos en la mesa y sus manos en las mejillas para mirar fijamente a la morena.
— Buenas noches, señoritas. ¿Qué os sirvo?
— Yo tomaré un miso ramen. — pidió la uzujin sin apartar la mirada de la morena.
Ante la contestación de Hana, se sobresaltó con sorpresa en su silla y no pudo evitar sentirse un poco más avergonzada.
— Y-Yo tomaré uno de pato — añadió con un suave tartamudeo, mientras jugaba con sus propios dedos bajo la mesa.
— Buenas noches, señoritas. ¿Qué os sirvo?
— Yo tomaré un miso ramen. — pidió la uzujin sin apartar la mirada de la morena.
Ante la contestación de Hana, se sobresaltó con sorpresa en su silla y no pudo evitar sentirse un poco más avergonzada.
— Y-Yo tomaré uno de pato — añadió con un suave tartamudeo, mientras jugaba con sus propios dedos bajo la mesa.