27/02/2020, 20:37
—Si quieres puedes venirte y que te miren las heridas también, o puedes irte a casa a descansar.
Hana aún tenía un conflicto con los hospitales, desde la última vez había tenido pesadillas cinco noches con su última visita para ver a Eri. Entre las heridas y el pensamiento de estar en el hospital su estomago estaba en la linea critica, un suave empujón más y vaciaría su contenido en el mismo suelo que había ocupado Hiroki.
— N-no, yo voy con vosotros. — se levantó de golpe, intentando aparentar una determinación que no sentía en su interior.
La pierna que había recibido el rayo aún le temblaba un poco, pero el resto de temblores eran provocados por la idea de volver a aquel lugar. Sin embargo, caminó al lado de Eri. No iba a librarse de visitar hospitales siendo kunoichi, tenía que superarlo y pronto. No había mejor situación para sentirse segura para sobrepasarlo que con su sensei.
— Eri-sensei, tengo que contarte algo. Bueno, supongo que ya lo sabrás, pero perdí a mis padres en el hospital de Uzushiogakure. Desde entonces, cada vez que entro es como revivir aquella noche, si... si pasa algo, yo, lo siento. Intento superarlo. — cada vez tenía una mayor certeza de que iba a devolver.
Solo esperaba no hacerlo sobre Eri-sensei y acabar en un baño sangriento de vomito.
Hana aún tenía un conflicto con los hospitales, desde la última vez había tenido pesadillas cinco noches con su última visita para ver a Eri. Entre las heridas y el pensamiento de estar en el hospital su estomago estaba en la linea critica, un suave empujón más y vaciaría su contenido en el mismo suelo que había ocupado Hiroki.
— N-no, yo voy con vosotros. — se levantó de golpe, intentando aparentar una determinación que no sentía en su interior.
La pierna que había recibido el rayo aún le temblaba un poco, pero el resto de temblores eran provocados por la idea de volver a aquel lugar. Sin embargo, caminó al lado de Eri. No iba a librarse de visitar hospitales siendo kunoichi, tenía que superarlo y pronto. No había mejor situación para sentirse segura para sobrepasarlo que con su sensei.
— Eri-sensei, tengo que contarte algo. Bueno, supongo que ya lo sabrás, pero perdí a mis padres en el hospital de Uzushiogakure. Desde entonces, cada vez que entro es como revivir aquella noche, si... si pasa algo, yo, lo siento. Intento superarlo. — cada vez tenía una mayor certeza de que iba a devolver.
Solo esperaba no hacerlo sobre Eri-sensei y acabar en un baño sangriento de vomito.