27/02/2020, 20:54
Eri la comprendió y le dijo que estaba bien, dandole una palmadita en la cabeza. En cualquier otra persona, eso seguía pareciendole algo completamente ofensivo, pero su sensei se lo había hecho tantas veces que ya era casi tradición. La pelirroja creó un doble suyo, corpóreo y tan real como ella misma, no las ilusiones que creaban en la academia.
—Súbete a su espalda, vamos a casa de Hotaru, está aquí cerca.
La rubia asintió y se dejó coger por la otra Eri, pasando sus brazos alrededor del cuello del clon. No estaba segura si ese era el plan desde el principio o la Uzumaki había hecho una leve modificación por lo que le acababa de contar. Aunque quería deshacerse de su trauma lo antes posible, el alivio la invadió al saber que no iban a adentrarse en aquel horrendo edificio de matasanos.
—Súbete a su espalda, vamos a casa de Hotaru, está aquí cerca.
La rubia asintió y se dejó coger por la otra Eri, pasando sus brazos alrededor del cuello del clon. No estaba segura si ese era el plan desde el principio o la Uzumaki había hecho una leve modificación por lo que le acababa de contar. Aunque quería deshacerse de su trauma lo antes posible, el alivio la invadió al saber que no iban a adentrarse en aquel horrendo edificio de matasanos.