1/03/2020, 14:32
— S-Si, seguramente. Y... ¿Cual es tu propósito, Hana? Quiero decir, a nosotros en la academia de Amegakure nos enseñaron que debíamos de tener un camino del ninja, un objetivo ¿tú tienes alguno?
Ren había evitado seguir hablando del tema de su comic favorito para saltar a meter el dedo en la llaga, la mejora en la conversación era exponencial casi. La kunoichi de Uzushiogakure se quedó callada, mirando al infinito que había tras la mesa. En su villa también les decían que se planteasen objetivos y que en vez de simplemente pensar 'Voy a ser Uzukage' sino plantearse objetivos más cercanos como 'Voy a aprender a usar una katana sin cortarme dos de cada tres dedos que me quedan'.
En el caso de Hana, ella no se había planteado ningún objetivo. En cambio, Ren tenía su amor por el Kenjutsu o lo que fuese que su maestro samurai le enseñase a hacer con las katanas. No quería decirselo a la morena y que toda la conversación se volcase en que ella era una indecisa además de una inutil.
Por suerte, el camarero las interrumpió trayendo lo que habían pedido y poniendose en frente a cada una.
— Aquí tenéis, que aproveche.
Hana le dio las gracias al hombre con un leve gesto de cabeza y cuando éste se retiró, la rubia observó su plato maravillada.
— Vaya, mira cuanto pollo. — le dijo señalando su bol, el de Ren era igual pero con pato.
Removió un poco el contenido distraida, mientras pensaba en qué decir.
— Lo cierto es que no tengo objetivo, quiero decir, quiero hacerme fuerte y ayudar a la villa pero, no sé, si me quedo a medio camino no sabría qué hacer. Te envidio, tú quieres ser la mejor espadachín de Onindo. Y estoy segura de que lo conseguiras. Yo... bueno, no quiero amargar la cena con esto. Algo sacaré a lo que aspirar. — concluyó con una leve sonrisa.
Se llevó unos cuantos fideos a la boca, empezando oficialmente a comer. Parecía seguir rumiando sobre todo y nada a la vez. Sus padres, su futuro, su vida en general. Lucharía por su villa, tal vez por inculcamiento o porque era lo único que le quedaba, pero el cómo hacerlo y qué armas quería usar para ello era la gran duda. ¿Qué se le daba bien? De poco a nada.
Ren había evitado seguir hablando del tema de su comic favorito para saltar a meter el dedo en la llaga, la mejora en la conversación era exponencial casi. La kunoichi de Uzushiogakure se quedó callada, mirando al infinito que había tras la mesa. En su villa también les decían que se planteasen objetivos y que en vez de simplemente pensar 'Voy a ser Uzukage' sino plantearse objetivos más cercanos como 'Voy a aprender a usar una katana sin cortarme dos de cada tres dedos que me quedan'.
En el caso de Hana, ella no se había planteado ningún objetivo. En cambio, Ren tenía su amor por el Kenjutsu o lo que fuese que su maestro samurai le enseñase a hacer con las katanas. No quería decirselo a la morena y que toda la conversación se volcase en que ella era una indecisa además de una inutil.
Por suerte, el camarero las interrumpió trayendo lo que habían pedido y poniendose en frente a cada una.
— Aquí tenéis, que aproveche.
Hana le dio las gracias al hombre con un leve gesto de cabeza y cuando éste se retiró, la rubia observó su plato maravillada.
— Vaya, mira cuanto pollo. — le dijo señalando su bol, el de Ren era igual pero con pato.
Removió un poco el contenido distraida, mientras pensaba en qué decir.
— Lo cierto es que no tengo objetivo, quiero decir, quiero hacerme fuerte y ayudar a la villa pero, no sé, si me quedo a medio camino no sabría qué hacer. Te envidio, tú quieres ser la mejor espadachín de Onindo. Y estoy segura de que lo conseguiras. Yo... bueno, no quiero amargar la cena con esto. Algo sacaré a lo que aspirar. — concluyó con una leve sonrisa.
Se llevó unos cuantos fideos a la boca, empezando oficialmente a comer. Parecía seguir rumiando sobre todo y nada a la vez. Sus padres, su futuro, su vida en general. Lucharía por su villa, tal vez por inculcamiento o porque era lo único que le quedaba, pero el cómo hacerlo y qué armas quería usar para ello era la gran duda. ¿Qué se le daba bien? De poco a nada.